El ancestro común de todas las aves vivas era un animal iridiscente

Nuevos hallazgos hacen concluir que es muy probable que todas las aves modernas vengan de un ancestro iridiscente.

Las plumas de las aves tienen una diversidad cromática que para nada ha pasado desadvertida. Por ejemplo, asociamos que las más coloridas están en los trópicos, mientras que las de plumaje más oscuro o “simple” están en otras regiones. Sin embargo, los científicos han llegado a concluir, luego de estudiar a profundidad el árbol genealógico de las aves, que, de hecho, todas las especies de esta clase de animales tienen un mismo ancestro iridiscente.

El estudio que reporta estos hallazgos se publicó apenas el 26 de julio, en la revista Nature Ecology & Evolution. Según los hallazgos reportados, las plumas iridiscentes se originaron 415 veces. En la mayoría de los casos, fuera de los trópicos.

Un pasado de iridiscencia

Para llegar a sus descubrimientos el equipo de investigadores construyó una base de datos de 9 mil 409 especies de aves, a fin de observar cómo se propagó el color por el mundo. Esto requirió echar mano de fotografías, videos e ilustraciones científicas. Todo con el objetivo de seguirle la pista a las aves de plumaje iridiscente.

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El siguiente paso consistió en completar sus observaciones con una base de datos preexistente, la cual constituye un árbol genealógico de las especies, apoyado en su ADN. De acuerdo con los autores, esto conllevó muchas matemáticas en el proceso, pero el resultado fue alcanzar una mayor claridad sobre el parentesco que guardan todas las aves.

Lo que los científicos vieron es que es muy probable que el ancestro común de todas las aves de la actualidad haya sido un animal iridiscente. No obstante, todavía se investiga qué estructuras causan la iridiscencia en las especies modernas. Aunque, por lo pronto, ellos también sostienen que la paleontología podría beneficiarse de con sus resultados.