LSD podría ser la cura contra el alcoholismo
El controvertido ácido lisérgico, mejor conocido como LSD, una droga sintética con efectos psicotrópicos creada en la década de los 60 como parte del movimiento contracultural y que tiene efectos similares a la hormona serotonina (que inhibe el humor, memoria y placer), y que numerosos estudios han comprobado que no genera adicción, podría tener potencial para tratar el alcoholismo, de acuerdo a un análisis retrospectivo de unos estudios publicados a final de los 60 y principios de los 70.
El estudio, liderado por la neuro científica Teri Krebs y el psicólogo clínico Pål-Ørja Johansen de la Universidad de Ciencia y Tecnología en Trondheim, Noruega, es el primer análisis cuantitativo, en retrospectiva, de posibles tratamientos médicos para el alcoholismo. Los investigadores se dieron a la tarea de ponderar múltiple información registrada, a partir de criterios arbitrarios, para comparar si una dosis de LSD es equiparable con el placebo que puede proyectarse en la psique humana.
Según el reporte, publicado el día 9 de marzo en el Journal of Psychopharmacology, de 536 voluntarios para el estudio, divididos en 6 grupos de distinta aplicación investigativa, 59% de los que recibieron una dosis de LCD mostraron un decrecimiento en el abuso de alcohol, mientras que el 38% recibió un placebo al administrarle la dosis, lo que eliminaba la necesidad de consumir alcohol.
«Estábamos sorprendidos que los efectos fueran tan claros y constantes» dijo Krebs a la revista Nature. El problema, alega, es que al momento de hacerse dichos estudios, hace poco más de cuarenta años, se contaba con poco participantes, limitando la influencia de las estadísticas sobre la investigación. «Pero cuando combinas los datos (de aquellos estudios) en retrospectiva, se tiene más de 500 pacientes, lo que da un efecto definitivo», apuntó.
Los psicodélicos fueron promovidos por psiquiatras y demás estudiosos de neurobiología de los años 50 como un fuerte componente de uso medicinal para tratar enfermedades como la esquizofrenia, antes de estar bajo presiones políticas del gobierno estadounidense debido a un contraataque al movimiento opositor y contracultural que criticaba fuertemente al modelo neoliberalista y las guerras promovidas por EU en los 60, y que apoyaba, entre otras cosas, al uso medicinal de muchas drogas sintéticas.
Pero en las ultimas décadas, los especialistas han retomado el trabajo de los científicos de aquella época, interesados en registrar los beneficios de estas drogas ilícitas, como el éxtasis (MDMA), para tratar desordenes como el estrés postraumático; ayahuasca, para la dependencia de drogas y alcohol, o la mezcalina, presente en hongos alucinógenos como el peyote, para cesar la dependencia al tabaco.