Las colonias de hormigas emplean un protocolo de envío de información parecido al que usa Internet
Las colonias de hormigas tienen un sofisticado sistema para decidir cuántas hormigas recolectoras de comida tienen que mandar fuera de la colonia, y usan un protocolo parecido al del Internet para calcular el ?ancho de banda? que hay disponible para transferir la información.
La investigación fue publicada en la revista PLoS Computational Biology bajo la tutela de Deborah Gordón, bióloga, y Balaji Prabhakar, científico informático.
Las hormigas usan el mismo algoritmo que describe el TCP (Protocolo de Control de Transmisión), usado para descifrar el ancho de banda que está disponible para transferir archivos, pero en vez de ancho de banda, las hormigas usan su propia versión de TCP para determinar cuánta comida tienen disponible, basadas en los reportes de las hormigas recolectoras.
El TCP regula la congestión de datos en la red, transfiriendo el archivo, dividido en una serie de paquetes, de una fuente a un destinatario. La fuente está continuamente informada para saber si el archivo llegó a su destino.
Las hormigas (Pogonomymex barbatus), observadas en Arizona, hacen lo mismo. El ritmo en que las hormigas recolectoras salen de la colonia es proporcional a la cantidad de alimento que encuentran: si hay suficientes semillas, regresan más rápido y más hormigas salen a recolectar.
Si tardan en volver, la salida de las hormigas se hace más lenta, debido a que las recolectoras comunican la situación, de alguna manera, al emitir ondas con sus antenas .
En el estudio, los científicos no especifican por qué las hormigas no mandan más de su especie cuando existe menos comida. Una posible explicación es que la colonia confía en los datos de retroalimentación que las hormigas recolectoras envían, y mandar más hormigas fuera de la colonia sería una pérdida de tiempo y energía.
Prabhaker, para probar la teoría, escribió un algoritmo para predecir el envío de las hormigas recolectoras según la cantidad de comida disponible. Resulta que el algoritmo-hormiga es casi idéntico al de TCP.
Incluso las hormigas imitan otros procesos del TCP, como el «comienzo lento», cuando la fuente envía una oleada de datos al empezar la transmisión para medir el ancho de banda disponible.
Por ejemplo, las hormigas mandan un primer grupo de hormigas, y si a los 20 minutos no han regresado, reducirá el ritmo de envió de recolectoras.
Parece ser que las hormigas, por sí solas, son organismo simples, pero colectivamente pueden lograr tareas con la complejidad del sistema informático de los humanos.