El pescado es un alimento ligero, aunque no es necesario consumir aquel que esté de moda.
El pescado es uno de los alimentos ideales para comer sano y hasta perder peso. Tiene pocas calorías y una cantidad considerable de valores nutricionales: proteínas fácilmente digeribles, ácidos grasos omega 3, vitaminas y minerales.
Además, combinado con ensalada o verduras cocidas, el pescado es una comida ligera, saludable, y de fácil digestión.
Quien quiera alimentarse con un menú bajo en calorías debe elegir pescados magros como el bacalao -cuyo contenido graso se encuentra por debajo del dos por ciento- además de merluza, dorada, rodaballo o besugo. También tienen un bajo contenido calórico los frutos de mar como almejas, camarones y langostas.
Sin daño a la vida marina
Es importante estar siempre seguro acerca del origen de los pescados que se consumen. El pescado sólo debería comprarse en lugares que defienden una pesca responsable, de modo que no se contribuya al fenómeno de la sobrepesca.
Por su parte, muchos chefs apuestan a no servir en sus restaurantes pescados de moda, sino aquellos que se consiguen en la región.
Sí o sí, deben estar garantizadas la frescura y la higiene de los pescados, que pueden echarse a perder fácilmente. Para no intoxicarse, la mejor herramienta es la propia nariz: el pescado fresco tiene un olor agradable, con un ligero aroma a mar. Y brilla.
Debido a su escaso tejido conjuntivo y su alto contenido de agua, el pescado se pudre rápidamente y dura poco incluso estando refrigerado. Por eso, el mejor momento para comprar pescado es el día en que se le va a preparar.
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