El sitio arqueológico será resguardado ante el saqueo y la deforestación.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, tomó medidas esta semana para asegurar y proteger el recién descubierto sitio arqueológico de una ?ciudad perdida?, en la parte oriental de su país, debido a las preocupaciones que se suscitaron a raíz de la publicación en exclusiva de un artículo en National Geographic a principios de este mes, que alude a amenazas por parte de saqueadores potenciales y madereros ilegales.
El lugar, identificado por primera vez en un estudio aéreo en 2012 gracias a una tecnología llamada LIDAR, fue confirmado por una expedición en tierra el mes pasado a un área remota de la selva de La Mosquitia, en el este de Honduras. La expedición, en la que participaron arqueólogos del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), y científicos estadounidenses, trazaron extensos mapas de plazas, movimientos de tierra y una pirámide de arcilla. También descubrieron un escondite de esculturas de piedra, entre ellas la sorprendente efigie de un ?hombre-jaguar?, que parece estar intacta desde que la ciudad fue abandonada. No se ha revelado la ubicación del sitio.
El martes, Hernández ordenó al comandante general de las fuerzas armadas proteger el sitio que, se cree, se remonta a los años 1000 a 1400, según Virgilio Paredes-Trapero, director del IHAH.
?El presidente instruyó a las fuerzas armadas para que protejan el sitio arqueológico y la región de La Mosquitia en su conjunto?, explicó Paredes-Trapero.
Los militares todavía están trabajando en un plan estratégico, que probablemente incluirá el despliegue de soldados para patrullar la parte distante de la selva y disuadir a cualquiera que pretenda ejecutar saqueos y a madereros ilegales, dice Paredes-Trapero.
El artículo de National Geographic informó sobre evidencias de deforestación en la región, las cuales, según expertos, podrían conducir a un daño sensible al patrimonio cultural y natural. La mayor parte de la deforestación corresponde a tierra despejada para la cría de ganado que luego, se informa, se usa para suministrar carne al mercado de comida rápida de Estados Unidos.
Los esfuerzos del presidente surgen a raíz de una ola de destrucción de la historia cultural de todo el mundo, desde el Medio Oriente a manos del Estado Islámico al robo de tesoros mayas en Guatemala.
Pero, gracias a una mayor vigilancia, ?no habrá ladrón alguno?, aseguró Paredes-Trapero, refiriéndose al sitio precolombino descubierto en Honduras.
Protegiendo una joya
Steve Elkins, cineasta estadounidense que dirigió la expedición de 11 días para explorar el lugar, calificó las noticias sobre la actuación del presidente como ?fantásticas?.
?La Mosquitia es una joya para el pueblo de Honduras y para el mundo?, dice Elkins. ?Y está desapareciendo frente a nuestros ojos?. Imágenes satelitales muestran la extensa deforestación que se ha registrado en la zona en los últimos años, señala.
?Pero ahora Honduras pondrá fin a eso?, añade Elkins. ?Incluso se habla de replantar la vegetación perdida, para recuperar la selva, lo cual es un paso muy audaz?.
Hay rumores de que en La Mosquitia se encuentra una mítica ?Ciudad Blanca? o ?Ciudad del Dios Mono?. Los arqueólogos, sin embargo, dan poco crédito a la leyenda. Como se informó en la publicación de National Geographic, ?Se cree que La Mosquitia alberga muchas ?ciudades perdidas? que, en conjunto, representan algo mucho más importante: una civilización perdida?.
La noticia de la expedición de febrero ha provocado cierta controversia, con algunos arqueólogos que argumentan que el descubrimiento del sitio ha sido ?exagerado?, en alusión a la investigación arqueológica previa en la región y al conocimiento del lugar por parte de indígenas locales. De acuerdo con una respuesta del equipo de la expedición, los sitios identificados con tecnología LIDAR, confirmados por la expedición el mes pasado, no aparecen en publicación académica alguna, y no han sido mencionados en los reportes de los proyectos u otros documentos en el archivo arqueológico oficial del IHAH. El área específica es un ?desierto tropical inmaculado?, distante de cualquier asentamiento, camino u otra expresión de presencia humana.
La decisión del presidente Hernández, de proteger el lugar, ?es un extraordinario paso inicial que la comunidad de conservación internacional debe seguir?, opina Chris Fisher, arqueólogo estadounidense líder en la expedición, de la Universidad Estatal de Colorado. ?La iniciativa demuestra claramente que el gobierno reconoce la importancia del sitio, y revela la voluntad de las autoridades para trabajar con colaboradores internacionales en la preservación del singular patrimonio ecológico y cultural de la región de La Mosquitia?.