Durante y después de su vida, la célebre reina francesa ha sido objeto de rumores y falsedades que aclaramos con la ayuda de una experta.
María Antonieta fue célebre por su decadencia. O mejor dicho, su presunta decadencia.
Cuando murió en la guillotina, el 16 de octubre de 1793 (nueve meses después que su marido, Luis XVI, tuviera el mismo fin), había sido denigrada como una mujer frívola, egoísta e inmoral, cuyo fastuoso estilo de vida había agravado la desigualdad económica de Francia.
No obstante y para ser honestos, María Antonieta no fue una santa. Creía que la monarquía borbónica francesa fue establecida por Dios, y por ello no aceptaba la idea de que la realeza fuera igual que sus súbditos; además, empolvaba sus pelucas con harina cuando muchos franceses no tenían pan.
Pese a ello, no todas las críticas lanzadas en su contra fueron justas, o siquiera ciertas. Y en muchos aspectos, María Antonieta sigue siendo incomprendida. Así que hemos decidido aclarar cinco mitos históricos sobre la célebre reina.
1. Nunca dijo «Que coman pastel»
Una de las citas históricas "más conocidas" es que, al decirle a María Antonieta que el pueblo de Francia no tenía pan para comer, respondió: "Que coman pastel". Pero la reina nunca dijo cosa semejante.
Cuando la princesa austriaca ascendió al trono de Francia, hacía décadas que el populacho atribuía esa frase a todas las reinas extranjeras desposadas con monarcas franceses como una especie de "frustración desplazada con la corona" argumenta Caroline Weber, autora de Queen of Fashion: What Marie Antoinette Wore to the Revolution.
Conforme crecía la desigualdad en los siglos XVII y XVIII, "para los franceses patrióticos resultaba más fácil imaginar que la reina extranjera era insensible a sus circunstancias difíciles, en vez del rey francés".
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2. Fue tema de pornografía
Antes de Luis XVI, tanto la reina como las amantes consentidas del soberano compartían las críticas de esa frustración desplazada. Muchos estudiosos han señalado que, debido a que Luis XVI no tenía amantes, María Antonieta fue blanco de ataques adicionales para desprestigiarla.
"María Antonieta recibió toda la fuerza de la indignación pública, aunada a la misoginia dirigida tradicionalmente contra las amantes", explica Weber.
Antes de convertirse en reina ?cuando su esposo aún era el delfín, heredero del trono-, los panfletos y libros de temática política que circulaban en Francia solo describían a las amantes del rey, consideradas promiscuas por acostarse con un hombre casado. Sin embargo, a falta de una amante de Luis XVI a la cual ridiculizar, los pornógrafos políticos se ensañaron con María Antonieta.
Esa pornografía insinuaba que la reina se acostaba con muchos hombres y mujeres de la corte cuando, en realidad, hay evidencias de que María Antonieta solo tuvo un amigo íntimo (y de que dicha relación bien pudo ser puramente platónica). No obstante, presentarla como una mujer que se acostaba con su cuñado -como afirmaba la pornografía- fue un medio que utilizaron los revolucionarios para argumentar la corrupción de la monarquía.
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3. No estaba obsesionada con los zapatos
A pesar de su opulencia, Versalles era un lugar muy sucio, repleto de animales y excremento. En vez de limpiar el calzado, la realeza y la aristocracia desechaban los zapatos después de unos días de uso.
María Antonieta descubrió esta cultura de desperdicio y exceso cuando llegó a Francia. No fue su creadora y no la llevó a extremos como hicieron muchos otros. De hecho, al menos cuatro miembros de la familia real gastaban más que ella en ropa, incluido el conde de Artois, hermano de Luis XVI, quien ordenaba 365 pares de zapatos cada año.
Aunque sin duda tenía más zapatos que el francés promedio, María Antonieta "no tenía fama de ser una fanática del calzado" en Versalles, asegura Weber.
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4. Gustaba de vestir informalmente
"De manera paradójica, para una mujer que se hizo famosa por su presunta frivolidad y su compromiso exagerado con el lujo excesivo, prefería vestir de manera informal", apunta Weber.
En combinación con su modista, María Antonieta diseñó un "vestidito blanco" sencillo, una prenda que escandalizó a la gente por su estilo casual porque cuando lo lució, no parecía una reina.
"Una de las ironías de la Revolución Francesa es que este vestidito blanco se convirtió, básicamente, en el uniforme de las revolucionarias ?continúa Weber-. Las mujeres que consideraron que María Antonieta había sido terrible para Francia y clamaron porque le cortaran la cabeza, y clamaron por beber su sangre, fueron las mismas que quedaron encantadas con el vestidito blanco por su sencillez, y porque era bastante barato".
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5. Sus gastos no fueron la causa principal de la Revolución Francesa
Thomas Jefferson supuestamente afirmó que, de no haber sido por María Antonieta, tal vez no hubiera estallado la Revolución Francesa. No obstante lo que haya dicho en realidad (pues cabe cuestionar semejante observación), es verdad que a lo largo de la historia ha persistido la percepción errónea de que los excesos de María Antonieta influyeron de manera desmedida en los problemas económicos de Francia.
Pero como se señaló antes, más que inventar, María Antonieta adoptó el estilo de vida fastuoso de Versalles. Y además, antes de su llegada, Francia ya estaba en bancarrota.
?Cuando [Luis XVI y María Antonieta] ascendieron al trono, el tesoro estaba vacío?, revela Weber. Pese a ello, el rey decidió enviar soldados franceses a las colonias estadounidenses para ayudar en su lucha contra Gran Bretaña, que poco antes había quitado a Francia la colonia de Canadá y muchas de sus posesiones caribeñas durante la Guerra de los Siete Años.
Así pues, aunque hubo muchos problemas que contribuyeron a las tribulaciones económicas y la revolución de Francia, María Antonieta no fue la causa principal. Solo sirvió de chivo expiatorio.
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