Las regiones en disputa reciben un tratamiento particular en la National Geographic Society, mientras se busca reflejar la realidad actual lo mejor posible.
Lo que ha sido un cuestionamiento para los líderes internacionales, es ahora una interrogante para los cartógrafos: ¿Cómo debe aparecer Crimea en los mapas?
Según a quién pregunte, la península es parte de Rusia o de Ucrania. Pero para los cartógrafos, la decisión de cambiar el estatus de una región se fundamenta en consultas con múltiples fuentes autorizadas y exhaustivas investigaciones.
La National Geographic Society, una de contadas organizaciones cartográficas no gubernamentales en el mundo, anunció el miércoles 19 de marzo que aún no tomaba una decisión formal sobre Crimea, pese a erróneos informes que afirmaban que había modificado sus mapas para representar la península como parte de Rusia.
«Estamos esperando los resultados de la votación del viernes (21 de marzo) en el Parlamento [ruso]», declaró Juan Valdés, geógrafo de la Sociedad National Geographic. «Si es anexada, formalmente, nuestra política dicta que sea coloreada de gris, indicando que se trata de un territorio en disputa».
Valdés agregó que la modificación iría acompañada de un texto explicativo sobre la querella, práctica que National Geographic ha utilizado en numerosas ocasiones, incluidos los procesos cartográficos de Abjasia, Gaza y la Ribera Occidental, Osetia del Sur y varios otros territorios disputados.
El viernes 21 de marzo Rusia concluyó el proceso para completar la anexión de Crimea, luego que el presidente Vladimir Putin firmó la ley que convirtió a la península en parte de la Federación Rusa.
Con objeto de abundar en sus políticas, el martes 18 de marzo, National Geographic emitió la siguiente declaración:
«La política cartográfica de la National Geographic Society consiste en reflejar la realidad actual lo mejor posible. Si bien la mayoría de las fronteras trazadas en nuestros mapas son estables e incontestadas, las regiones en disputa reciben un tratamiento particular y se colorean de gris para señalarlas como `Zonas de Condición Especial´, acompañándolas de una nota explicativa».
«En el caso de que Crimea sea anexada formalmente a Rusia, la península se sombreará de gris y su centro administrativo, Simferópol, será designado con un símbolo especial. Cuando un territorio está en disputa, seguimos la política de reflejar dicho estatus en nuestros mapas, mas eso no indica que reconozcamos la legitimidad de esa condición».
En respuesta a lo que muchos describen como el referéndum «ilegal», líderes estadounidenses, europeos y de otras partes del mundo han anunciado que no reconocerán a Crimea como parte de Rusia.
Peter Velasco, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, dijo a National Geographic: «Rechazamos el intento ruso de anexionar Crimea y no modificaremos los mapas del gobierno de Estados Unidos». Agregó que la anexión es «una amenaza para la paz, la seguridad y el derecho internacional. Crimea es parte de Ucrania. Repudiamos la intervención militar rusa y su ilegítima apropiación de tierras, acciones que violan la soberanía e integridad territorial de Ucrania».
De conformidad con la bien establecida política cartográfica de National Geographic, aun cuando un mapa «se esmere en ser apolítico», la Sociedad se rige por el criterio de «representar al mundo desde una perspectiva de facto; es decir, retratándolo con base en los criterios que mejor reflejen la realidad actual».
William Pomeranz, experto en Rusia y Eurasia, y director adjunto del Instituto Kennan en el Centro Woodrow Wilson, señala que la situación actual es un verdadero «embrollo» para los cartógrafos.
«Rusia no perderá tiempo en proceder, legalmente, para incorporar Crimea a la Federación y reclamarla como territorio; y no obstante, nadie la reconocerá como tal». Pomeranz concluye diciendo que, cuando se trata de representar la realidad actual en un mapa, «es imposible complacer a todos».
En la imagen de este artículo, un hombre se encuentra en un muelle en ruinas con vistas al Mar Negro cerca de la ciudad de Kurpaty, Crimea.