Condiciones similares al interior de un horno pueden sobrecargar el sistema de enfriamiento natural del cuerpo, dando lugar a lesiones y muerte.
Más de 1,800 personas han muerto en una de las peores olas de calor en la historia reciente de la India. Temperaturas cercanas a los 50°C derritieron carreteras en Nueva Delhi y quemaron cultivos en los campos. Las condiciones meteorológicas resultaron especialmente mortales en los estados sureños de Andhra Pradesh y Telangana, donde cuando menos 1,700 personas murieron al cierre del mes pasado.
Mayo es, constantemente, el mes más caluroso de la India, pero, con todo, las temperaturas se elevaron por encima de lo normal. En la región costera de Andhra Pradesh, el tiempo por la mañana rebasó los 7°C, por encima de la media, según el director del Departamento de Meteorología de la India, BP Yadav.
Aftab Ahmad, experto en medicina interna en el Apollo Health City, un complejo hospitalario en Hyderabad, dijo que podría haber muchas razones para la gran cantidad de muertos. ?La primera de ellas es lo que se llama aclimatación", dijo a The Times of India el 27 de mayo. ?Este año la temperatura cambió de repente. Esto perturba los mecanismos de defensa del cuerpo?.
El clima extremo de la India sirve como un recordatorio de lo vulnerable que el cuerpo humano es a un calor intenso. Incapaz de adaptarse a las sofocantes condiciones, la población se vuelve susceptible a la insolación y a la deshidratación severa.
Claude Piantadosi, director del Centro Duke de Medicina Hiperbárica y Fisiología Ambiental en Durham, Carolina del Norte, argumenta que los seres humanos no están construidos para pasar periodos prolongados a temperaturas superiores a la del propio cuerpo, de unos 37 ° C.
Mecanismos de enfriamiento
Normalmente, el cuerpo se mantiene fresco al deshacerse de la energía que no utiliza en forma de calor que derrocha vía conducción ?o transferencia de energía térmica a la superficie de la piel?, y luego por convección ?la transferencia de energía térmica al aire?. Cuanto más alta es su temperatura, más difícil le es deshacerse de ese calor. A temperaturas arriba de los 100°C, el sistema se invierte y el calor fluye del medio ambiente al cuerpo, dice Piantadosi. (Recomendamos: Cuando adelgazas ¿A dónde va la grasa?)
En ese momento, los seres humanos dependen de un segundo mecanismo de enfriamiento: la transpiración. El sudor se calienta y se transforma en vapor de agua, que elimina el calor del cuerpo y reduce la temperatura del núcleo interno. Pero la humedad alta vence al sistema, ya que el sudor no se evapora cuando el aire ya está saturado de humedad. ?La combinación de calor y alta humedad es realmente mortal?, dice Piantadosi. ?Derrota nuestro mecanismo de disipación del calor?.
El peor escenario
El mecanismo de sudoración, sin embargo, sólo funciona si la gente bebe agua suficiente para compensar la pérdida de líquidos corporales. Sin suficiente H2O, viene la deshidratación. El flujo de sangre a la piel disminuye, junto con la capacidad de sudar. El calor del cuerpo se acumula. Una temperatura corporal de 40°C indica peligro; 40.5°C es la definición de un golpe de calor; y una temperatura de 41.6°C puede derivar en daño orgánico irreversible o incluso la muerte.
Una persona normal, saludable, que no está acostumbrada al calor puede, en condiciones de olas de calor, sudar hasta 1.4 litros en una hora. Alguien aclimatado a las altas temperaturas ambientales desarrolla la capacidad de sudar (y así refrescarse) a un ritmo más intenso, perder hasta 1.89 litros de sudor en una hora. "Así que tendría que beber dos litros de agua en una hora sólo para siquiera resistir?, dice Piantidosi.
La combinación de altas temperaturas y falta de agua es una receta segura para el daño múltiple de órganos. La temperatura interna se eleva, la frecuencia cardiaca aumenta, el flujo sanguíneo se ralentiza, y los órganos comienzan a apagarse. Los riñones se cierran y el corazón tiene que trabajar más para bombear un menor volumen de sangre a través del cuerpo. Otros órganos empiezan a bloquearse, luego a desfallecer.