De acuerdo con muchos de los principales climatólogos del mundo, el calentamiento global ha acelerado las oleadas de calor en la Tierra.
Es posible que el calentamiento global sea la causa de las oleadas de calor
De acuerdo con muchos de los principales climatólogos del mundo, el calentamiento global ha acelerado las oleadas de calor y puede ser el culpable del clima abrasador que este verano se extiende a lo largo de Estados Unidos y Europa. Estados Unidos ya ha sido testigo de dos severas oleadas de calor este verano, y una tercera actualmente golpea la región del oeste medio del país.
El Reino Unido sufrió el julio más caluroso de todos. Y agosto, usualmente el mes más cálido del año, apenas comienza. Los científicos de la Universidad de Oxford en conjunto con el Hadley Centre for Climate Research and Prediction (Centro Hadley de Previsión e Investigación Climatológica) en Exeter, Inglaterra, recientemente llegaron a la conclusión de que el calentamiento global provocado por el ser humano ha incrementado las probabilidades (con un factor de alrededor de 6), de que Europa se enfrente a olas de calor semejantes a las del verano de 2003.
Se calcula que en ese año, la ola de calor mató aproximadamente a 20 000 personas. Según los científicos, las probabilidades están empeorando; hacia la mitad de este siglo, cada dos años habrá un verano más caluroso que aquel de 2003.
Este estudio se publicó en la revista Nature en 2004. «Algunos eventos relativamente excepcionales se convierten en algo cotidiano por la influencia que tiene el ser humano en el clima», declara el jefe del equipo Myles Allen, director del Climate Dynamics Group (Grupo de Dinámicas Climatológicas) en Oxford.
Apuesta segura
«No se puede asegurar, pero si no fuera por el calentamiento global, esta ola de calor nunca habría aparecido -afirmó Allen-. Lo que sí es cierto es que el calentamiento global puede incrementar las probabilidades de que llegue una ola de calor. Una buena analogía es cargar los dados».
Al hacerlo, se incrementan las probabilidades de obtener un número específico. Por ejemplo, cuando se reemplaza el tres en un dado por un seis, existe el doble de probabilidades para obtener un seis. La probabilidad de tirar dos seises seguidos se cuadriplica.
Michael Mann, un climatólogo de la Universidad de Pensilvania, en University Park, también utiliza la analogía de los dados cargados. Si los dados cargados a favor de los seises se tiran una vez y el seis aparece, no se puede asegurar que la cara del seis quedó arriba por el cambio en los dados.
Pero, cuando los dados se tiran varias veces y el seis aparece en la tercera parte de los tiros, el efecto es claro. «Ocurre lo mismo con las olas de calor -explicó-. Es probable que empecemos a ver los efectos de los dados cargados».
Relación compleja
El vínculo entre las actuales olas de calor y el calentamiento global es «algo complejo», comentó Kevin Trenberth, director de la sección de análisis climatológico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado. Según Trenberth, la causa inmediata de las olas de calor es un patrón climático conocido como un anticiclón o una cuña de alta presión.
Los anticiclones provocan las condiciones secas. «Esto significa que todo el calor se orienta a elevar la temperatura en vez de evaporar la humedad -explicó-. Si las condiciones fueran húmedas -si la superficie estuviera mojada- funcionaría como aire acondicionado».
Trenberth asegura que sólo siete de los últimos 25 años han tenido una precipitación por encima de lo normal. Un reciente análisis estadístico de los registros de la temperatura global indica que el número de los días realmente calurosos aumenta alrededor del mundo. «Las temperaturas extremas generalmente se incrementan a la par de lo que esperaríamos del calentamiento global -expresó-. Las olas de calor son manifestaciones propias de este hecho».
Derrick Ryall, director de investigación meteorológica gubernamental en Hadley Centre, afirma que los científicos climatológicos creen que el clima extremo, como las olas de calor y las sequías, se incrementará mientras la Tierra se calienta. Pero el clima también «varía mucho de forma natural», agregó.
El truco, afirma, es especular con las señales de cambio climático de la variabilidad natural. «Las condiciones calurosas concuerdan perfectamente con nuestras predicciones del calentamiento global -aseguró-. Pero no podemos culpar del cambio climático a ningún evento en particular. Es un juego de probabilidades».
Señales del calentamiento
De acuerdo con los científicos climatológicos, hay varias señales del calentamiento global:
1) La primavera llega a Nueva Inglaterra alrededor de febrero.
2) El hielo glaciar se está retrayendo alrededor del mundo, desde los Alpes europeos y el Monte Kilimanjaro al Parque Nacional Glacier, en Montana.
3) Las zonas de calentamiento global se han desplazado a lugares más altos en las montañas de América Central. Varias especies de ranas ya no tienen dónde ir y se están extinguiendo.
4) La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA) anunció recientemente que la primera mitad de 2006 fue la temporada más calurosa en la historia de EUA.
Mann aseguró que comprobar el efecto del calentamiento global día a día es complicado. Pero con todas estas señales de calentamiento global, «no es tan arriesgado decir que los eventos individuales, como la ola de calor de este verano, son consecuencias del cambio climático. Es cierto, parecería que estamos observando unos dados cargados», concluyó.