Los pulpos que sorprendieron a la ciencia.
Los dos pulpos se aproximan despreocupadamente, nadando en círculos sin acercarse demasiado.
De pronto, entrelazan los tentáculos y la pareja de grandes pulpos rayados del Pacífico ?va a lo suyo?, contrayendo sus cuerpos. Pero lo más insólito es que los ardientes cefalópodos están apareándose cara a cara.
?El apareamiento ?pico a pico? es una cosa de lo más increíble?, dice Richard Ross, biólogo senior del Acuario Steinhart en la Academia de Ciencias de California y coautor de un nuevo estudio sobre la especie.
?Ninguno hace algo así?.
En todas las especies conocidas de pulpos, el apareamiento ocurre cuando el macho monta a la hembra o introduce en ella un tentáculo de apareamiento desde cierta distancia.
Mas el apareamiento cara a cara es una de varias conductas peculiares desveladas por el primer estudio publicado sobre el gran pulpo rayado del Pacífico, moluscos del tamaño de pelotas de tenis que viven en el fangoso fondo marino del Pacífico oriental.
La investigación, que aparece en la edición de agosto 12 de la revista Public Library of Science One, dio a conocer fenómenos nunca vistos en los pulpos en general, incluido el hecho de que machos y hembras de la especie en cuestión comparten madrigueras, y también tocan el ?hombro? de sus presas para sobresaltarlas y hacerlas caer en sus expectantes tentáculos.
Extraño, pero cierto
Desde hace más de un año, algunos adelantos del artículo han entusiasmado a los amantes de los cefalópodos y la comunidad científica. Sin embargo, ya desde 1977, cuando el gran pulpo rayado del Pacífico apareció por primera vez en una ilustración científica, comenzaron a correr (y cuestionarse) rumores de que estos pulpos podrían ser muy distintos de otras especies.
En las décadas de 1980 y 1990, el científico panameño Arcadio Rodaniche informó que había visto colonias de hasta 40 animales y que presenció conductas extrañas, como la de compartir madrigueras.
Es bien sabido que los pulpos son caníbales solitarios, de modo que la idea de que no solo formaban colonias, sino que cohabitaban en la misma madriguera resultaba demasiado descabellada para la comunidad científica y así, el manuscrito de Rodaniche no fue publicado.
Pero a la vuelta de 25 años, el panameño ha sido reivindicado y como uno de los coautores del estudio, sus observaciones, finalmente, han llegado a las páginas de una revista científica.
?Empezaba a dudar del valor de mis datos?, dice Rodaniche. ?Fue una sorpresa muy grata ver mis datos publicados después de todos estos años?.
Amantes, no enemigos
Durante dos años, el equipo de estudio observó a 24 grandes pulpos rayados del Pacífico que adquirió en acuarios comerciales.
Como los investigadores temían que los animales pudieran devorarse, los mantuvieron separados, aunque podían verse y comunicarse. Luego, el equipo los instaló por pares en diversas combinaciones macho/hembra, bajo condiciones controladas.
Si bien no pudieron confirmar que los pulpos formaban colonias, advirtieron que una pareja de macho y hembra compartía una ?madriguera? de tubería PVC, apareándose diariamente y compartiendo la comida. Caldwell especula que los cefalópodos tal vez viven juntos porque no hay muchas madrigueras en su hábitat marino.
Otras especies de pulpos no son dadas a los arrumacos, informa Janet Voight, bióloga especializada en cefalópodos del Museo Field de Historia Natural, quien no participó en el nuevo estudio.
Su actitud suele ser, ?tengo algo de tu esperma y con eso basta. Por supuesto, voy a matarte y devorarte?, dice.
Para no perder la vida durante el apareamiento, muchos machos introducen un tentáculo especializado que inyecta espermatóforos en el manto de la hembra, estructura repleta de órganos situada detrás de su cabeza. La otra ?posición? favorita es el macho montando a la hembra. Sin embargo, los científicos jamás habían observado un encuentro sexual pico a pico.
La posición cara a cara podría estar ligada a la reproducción inusual de las hembras.
Muchas especies de pulpos desovan una sola vez y mueren cuando nacen las crías; en cambio, las hembras del gran pulpo rayado del Pacífico desovan durante toda su vida reproductiva.
Por ello, es posible que el apareamiento cara a cara sea una adaptación evolutiva para que los machos puedan acceder a las hembras que permanecen ocultas en sus madrigueras, protegiendo sus huevos.
Voight agrega que el estudio hace justo lo que se había propuesto: informar sobre el comportamiento de la especie. De hecho, la bióloga confiesa que está ansiosa por conocer más detalles del cefalópodo.
Hábiles cazadores
Puede que sean más mimosos y sociales que la mayoría de los pulpos; sin embargo, los grandes pulpos rayados del Pacífico son cazadores implacables.
?Incluso acechan a sus presas?, informa el líder del estudio, Roy Caldwell, biólogo de la Universidad de California, Berkeley. ?Es algo que no hacen otros pulpos?.
Las observaciones del equipo demostraron, por ejemplo, que después de acercarse sigilosamente a un camarón desprevenido, el pulpo toca la cola del crustáceo y lo espanta, haciéndolo caer en sus expectantes tentáculos.
?Es como tocar a alguien en el hombro contrario y hacerlo saltar hacia ti?, dice Caldwell.
Observar al gran pulpo rayado del Pacífico en cautiverio es un gran paso para entender cómo se distinguen del resto de las especies.
Con todo, no explica de qué manera contribuyen esas conductas a la supervivencia en su hábitat nativo. ?Habría que preguntarnos cómo viven en la naturaleza?, dice Voight.
A tal fin, los autores del estudio pretenden estudiar a la especie en estado salvaje.
Caldwell, el líder del estudio, agrega que cuanto más aprendamos de los pulpos, en general, menos extraños nos resultarán los grandes pulpos rayados del Pacífico.
?Hay un montón de especies que nadie ha estudiado, que nadie ha visto vivas?, dice Caldwell. ?No sabemos cuántas otras conductas peculiares podríamos encontrar?.
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