El futuro es incierto para unos 50 felinos en Guatemala, ya que entrará en vigencia una ley que prohibe la exhibición de animales de circo.
El futuro es incierto para unos 50 felinos de circos de Guatemala que deben ser entregados a santuarios, ya que entrará en vigencia una ley que prohibe la exhibición de tigres y leones en este país.
El destino de estos animales que son propiedad de circos se encuentra en riesgo, pues se teme que el gobierno guatemalteco no cuente con los recursos necesarios para darles los cuidados especiales que requieren.
Esta ley de prohibición de animales en los circo es un paso hacia adelante en cuanto a los derechos de los animales, pero ha despertado una pregunta: ¿Qué pasará con estos felinos?
Una única esperanza
Gina Morataya, activista y defensora por los derechos de los animales, afirmó que no hay recursos para atender a tantos animales, por lo que sus esfuerzos se enfocan en la búsqueda de apoyo para ubicarlos en lugares que no tengan antecedentes de maltrato y lucro. Explicó que hay posibilidades de que una reserva en Hermosillo, en el estado mexicano de Sonora, acepte a los felinos del Circo Hermanos Ponce, pero el costo del traslado es elevado. Según Morataya, en Guatemala habría unos 52 felinos de circos cuyo futuro es incierto.
Una de las consideraciones del gobierno de Guatemala para crear esta ley es que la situación que enfrenta la sociedad guatemalteca ha alcanzado niveles críticos de violencia social y maltrato animal, que obligan a tomar acciones inmediatas que garanticen el respeto y la dignidad a los animales.
El artículo 55 de la Ley de Bienestar Animal establece: "Queda terminantemente prohibido el ingreso o tránsito en todo el territorio nacional de los circos procedentes de otros países, que emplean animales para su espectáculo. Los circos nacionales que empleen de cualquier forma animales en su espectáculo, tendrán plazo de un año a partir de la entrada en vigencia de la presente Ley para entregar los animales a santuarios o centros de rescate nacionales o extranjeros previa autorización de la Unidad de Bienestar Animal.?
Gina Morataya, activista y defensora por los derechos de los animales, afirmó que no hay recursos para atender a tantos animales, por lo que sus esfuerzos se enfocan en la búsqueda de apoyo para ubicarlos en lugares que no tengan antecedentes de maltrato y lucro. Explicó que hay posibilidades de que una reserva en Hermosillo, en el estado mexicano de Sonora, acepte a los felinos del Circo Hermanos Ponce, pero el costo del traslado es elevado. Según Morataya, en Guatemala habría unos 52 felinos de circos cuyo futuro es incierto.
Una de las consideraciones del gobierno de Guatemala para crear esta ley es que la situación que enfrenta la sociedad guatemalteca ha alcanzado niveles críticos de violencia social y maltrato animal, que obligan a tomar acciones inmediatas que garanticen el respeto y la dignidad a toda forma de vida.
El artículo 55 de la Ley de Bienestar Animal establece:
"Queda terminantemente prohibido el ingreso o tránsito en todo el territorio nacional de los circos procedentes de otros países, que emplean animales para su espectáculo. Los circos nacionales que empleen de cualquier forma animales en su espectáculo, tendrán plazo de un año a partir de la entrada en vigencia de la presente Ley para entregar los animales a santuarios o centros de rescate nacionales o extranjeros previa autorización de la Unidad de Bienestar Animal. En este mismo plazo, queda terminantemente prohibida la reproducción de los animales en su poder, pudiendo utilizar métodos de esterilización para evitar la reproducción. Una vez cumplido el citado plazo, los animales que aún se encuentren en los circos serán consignados por la Unidad de Bienestar Animal. A su vez, a partir de la entrada en vigencia de la presente Ley queda terminantemente prohibido a todas las instituciones del Estado emitir cualquier permiso o licencia con el fin de crear nuevas colecciones privadas de animales para uso en circos.
Desde el 12 de abril del año pasado que entró en vigencia este acuerdo que estableció la Unidad de Bienestar Animal se recibieron reportes por abusos físicos y abandono de ejemplares que, en su mayoría, fueron casos de perros, y hubo rescates coordinados con asociaciones protectoras de mascotas.
Ronnie Espino, coordinador de la Unidad de Bienestar Animal del MAGA, afirmó que no tienen recursos para construir recintos; además, el plazo que da la ley para reubicar a estos felinos vence el 12 de abril, y en tan poco tiempo no es posible edificar una reserva especial para estos grandes felinos. El activista explicó que el artículo 55 se refiere a que el Consejo de Áreas Naturales Protegidas de Guatemala (Conap) y la Unidad de Bienestar Animal deben ubicar a los animales en recintos pero no ordena que se haya que construir alguna reserva y agregó que si algún circo no cumple con la ley, se procederá al decomiso de los animales.
Jimmy Navarro, director de la región metropolitana del Conap, explicó que deben velar para que los felinos tengan un lugar adecuado donde vivir. Añadió que hay mesas de trabajo para buscar soluciones, pero no se ha llegado a una conclusión.
Algunos activistas aseguran que si las autoridades no encuentran un lugar para los animales, a estos se les podría practicar la eutanasia; sin embargo, Navarro asegura que no podrían incurrir en esa práctica porque la ley se los impide.
Conap informó el pasado 5 de marzo que el Circo Latino retiró de sus espectáculos a dos tigres y una leona y puedan disfrutar de un espacio natural. Este es el primer circo que hace la entrega voluntaria y que cumple con la Ley de Bienestar Animal.
De este polémico caso se entiende que no se debe de incurrir a utilizar animales para entretenimiento, y que deben vivir en un entorno acorde a sus necesidades.
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