Los cambios del clima provocados por el hombre influyeron en 14 de 28 tormentas, sequías y otros incidentes climáticos extremos de 2014 investigados por científicos.
Desde una mortífera tormenta de nieve en Nepal hasta una ola de calor que ocasionó cortes eléctricos en Argentina, al menos 14 incidentes de clima extremo de 2014 tenían huellas del cambio climático inducido por el hombre, informó recientemente un equipo internacional de científicos.
Los investigadores analizaron 28 climas extremos en los siete continentes para determinar si fueron influidos por el cambio climático o se debieron al clima normal. Su conclusión: la mitad mostró alguna intervención del cambio climático.
?Esperamos que esto ayude al público a ver la manera como el cambio climático está afectando la vida cotidiana?, dice la editora principal, Stephanie C. Herring, de los Centros Nacionales para Información Ambiental en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Esta investigación no se había realizado antes debido a que la ciencia no estaba preparada para la tarea. En consecuencia, había un vacío en la capacidad de la sociedad para adaptarse al cambio climático vinculado con los gases de invernadero, que provienen del uso de combustibles fósiles y otras actividades humanas. (Lee: Más dióxido de carbono, menos nutrimentos)
Aunque persiste el debate en cuanto a la exactitud y los detalles, los científicos afirman ahora que, gracias a sus herramientas de modelado mejoradas en años recientes, ha sido más fácil identificar los efectos del cambio climático y aislarlos del aparente caos del clima.
(Según el nuevo informe científico, el cambio climático aunado al uso local de tierras agravó las inundaciones de las praderas en algunas regiones de Canadá).
Los hallazgos, publicados por investigadores de agencias e instituciones de más de 20 países, se suman a la lista de incidentes extremos en los que el cambio climático desempeñó un papel grande o pequeño, o bien, creó las condiciones para volverlos más probables. Se registraron récords de calor en Europa, la península coreana, el norte de China y Australia, todos acompañados de señales de cambio climático, afirma el informe de revisión paritaria, que aparece en una edición especial de Bulletin of the American Meteorological Society.
El informe revela que sequías récord en Siria y África Oriental, lluvias récord en Nueva Zelanda y Francia, una tormenta de nieve extrema en el Himalaya nepalés, inundaciones en el sureste de Canadá y una temporada de huracanes extremadamente activa en Hawái, también tuvieron una relación climática directa o indirecta. Lo mismo que el incremento del hielo marino Antártico y la mayor temperatura superficial de los océanos Pacífico y Atlántico.
Los científicos dicen tener más confianza en las técnicas utilizadas para vincular incidentes específicos con el cambio climático, sobre todo tratándose de olas de calor. En cambio, reconocen que es más difícil demostrar una relación clara entre las precipitaciones extremas y el clima alterado.
Las mismas técnicas pueden descartar la conexión entre el cambio climático y el clima extremo. Por ejemplo, los investigadores no detectaron un nexo en las violentas tormentas invernales del año pasado en el Reino Unido y Norteamérica o el invierno inusualmente frío de Estados Unidos. Por otra parte, el análisis de la escasez crítica de agua en São Paulo condujo a una respuesta no climática: los planificadores hidráulicos no pudieron responder a la creciente demanda.
En cuanto al norte de California, los investigadores no pudieron vincular el cambio climático con un incendio forestal específico ocurrido en 2014, pero llegaron a la conclusión de que el cambio climático ha incrementado la probabilidad de incendios más grandes e intensos, concluye el nuevo informe, haciéndose eco de muchos otros estudios.
?Han visto evidencias muy claras en este caso?, asegura Peter Stott, coeditor del informe en el Centro Hadley para Ciencias y Servicios Climáticos de la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
Esos hallazgos ayudarán al público a prepararse para los impactos del cambio ambiental, dice Herring de NOAA.
?Conforme crezca el campo de la ciencia de atribución climática, administradores de recursos, la industria de seguros y muchos otros podrán usar la información de manera más eficaz para tomar mejores decisiones y ayudar a las comunidades a estar mejor preparadas para futuros incidentes extremos?, agrega.
Este es el resumen de los hallazgos del informe sobre el cambio climático inducido por el hombre y el clima extremo de 2014.
Norteamérica
El cambio climático y el uso local de tierras agravó las inundaciones en las praderas del sureste de Canadá. Los huracanes de Hawái fueron ?sustancialmente más probables? debido al cambio climático, igual que los incendios forestales de California. Los inviernos muy fríos, como el registrado en 2014 en la parte alta del Medio Oeste de Estados Unidos, se han vuelto 20 a 100 veces menos probables que en la década de 1880. El cambio climático no se relacionó con el frío invierno de la Costa Este de Estados Unidos ni con las tormentas invernales extremas que asolaron Norteamérica.
África y Medio Oriente
El cambio climático empeoró una sequía en África Oriental y la legión del Levante del sur de Siria. No se vinculó con sequías en el resto de Medio Oriente.
Antártico
En 2014, el hielo marino del Antártico alcanzó un récord de 20.2 millones de kilómetros cuadrados porque los vientos arrastraron aire frío hacia el mar, incrementando la producción de hielo en el agua. El informe encontró que el cambio climático hará que esto sea menos probable.
Asia
El cambio climático intervino en el calor extremo de Corea y China y aumentó la probabilidad de varios desastres, como la inundación de Yakarta, la tormenta de nieve que mató a 43 personas en Nepal y temperaturas extremadamente elevadas en la superficie del océano Pacífico occidental tropical y noreste. No se detectaron señales de cambio climático en las sequías del noreste de Asia, China y Singapur ni en la activa temporada de ciclones tropicales del Pacífico occidental.
Australia
Según el informe, el cambio climático hizo que las olas de calor de 2014 fueran sustancialmente más probables e intensas. También aumentó la probabilidad de la presión extremadamente alta al sur de Australia, la cual ocasionó heladas, nevadas de baja elevación y menos lluvia, así como de las precipitaciones extremas de cinco días de duración en Nueva Zelanda.
Europa
Respecto de 1950, el cambio climático triplicó la probabilidad de precipitación extrema en las montañas de Cévennes, en el sur de Francia. También hizo más probable el récord de calor en Europa, el Pacífico noreste y el Atlántico noroeste. Sin embargo, no se detectaron huellas climáticas en las tormentas invernales ni en las precipitaciones extremas del Reino Unido o en la transición del huracán Gonzalo al convertirse en la tormenta que golpeó el continente.
Sudamérica
El cambio climático inducido por el hombre aumentó cinco veces la probabilidad de la ola de calor de Argentina, pero la escasez de agua en el sur de Brasil se debió a la demanda creada por el incremento poblacional.
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