La inusual intensidad de las lluvias, a principios de año, creó las condiciones para una floración generalizada en el desierto chileno.
Coloridos campos rosados, púrpuras y blancos cubren el suelo arenoso del desierto de Atacama, en el norte de Chile, una de las regiones más áridas del mundo.
No, no es un truco fotográfico ni un sofisticado filtro de Instagram. El esplendoroso manto que tapiza el suelo desértico, habitualmente estéril, se compone de cientos de millones de flores que han brotado en cantidades nunca vistas, después de periodos de lluvia inusitados.
El fenómeno, llamado ?desierto florido?, ocurre una vez cada cinco a siete años, informa Pedro León Lobos, botanista del Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile (INIA). La floración se corresponde con el efecto de El Niño, que calienta periódicamente las aguas del océano Pacífico frente a la costa norte de Chile.
La mayor temperatura del agua modifica el flujo de aire en toda la región, y esto puede cambiar drásticamente los patrones de precipitación en el área. En condiciones normales, el desierto de Atacama es uno de los lugares más áridos del planeta y en promedio recibe menos de 4 milímetros anuales de lluvia. Pero a principios de marzo, precipitaciones anormalmente intensas dejaron caer el equivalente a siete años de lluvia en la región, casi de la noche a la mañana, provocando grandes inundaciones que mataron al menos a siete personas.
Esas tormentas devastadoras ocasionaron que germinaran millones de semillas de plantas anuales, y algunas de ellas florecieron en sectores por todo el Atacama durante marzo. Pero en agosto, nuevas tormentas sobrecargaron el crecimiento de las flores y muchas más comenzaron a brotar a fines de septiembre. Una rara ?doble floración? como ninguna de que se tenga memoria.
El colorido despliegue floral también subraya la riqueza que yace en la estéril región: las condiciones extremas ocultan cerca de 1,900 especies de plantas y animales, de las cuales un tercio son endémicas del desierto de Atacama. Sin embargo, pese a su biodiversidad, las autoridades de parques en Chile solo ofrecen protección parcial a la aislada región.
?Solo dos o tres meses antes de estas hermosas fotografías, [el paisaje] estaba completamente desnudo?, dice Michael Way, conservacionista de los Reales Jardines Botánicos de Kew, quien viajó al Atacama en junio con la Sociedad del Banco de Semillas Millennium. ?El contraste pone en evidencia que estas áreas son muy valiosas y maravillosas?.
.