Esta bebida afrutada fue creada en la Alemania Nazi de 1941.
Varias compañías norteamericanas estuvieron en los dos bandos durante la Segunda Guerra Mundial. Una que destaca es Coca Cola, que aun siendo la bebida estadounidense por antonomasia no renunció a su privilegiada posición en Alemania cuando se desató la guerra entre los dos países.
El corporativo de Coca Cola vendía unas cinco millones de botellas al año en este país europeo, donde existían 43 fábricas, y gozaba de una popularidad extraordinaria, hasta el punto de que muchos alemanes pensaban que se trataba de una bebida local. Max Keith era el hombre a cargo de Coca-Cola GmbH, la filial germana. El rumbo de la empresa cambió a finales de 1941, ya que se interrumpió definitivamente el suministro desde Estados Unidos.
Max Keith buscaba igualar el éxito del refresco de Coca Cola en Alemania.
Ante esta delicada situación, Keith decidió inventar un nuevo producto. El objetivo principal era extraer un rendimiento económico de las plantas alemanas de Coca Cola que ya no podían producir este refresco por los conflictos de la Segunda Guerra Mundial. Por lo que, se decidió crear una fórmula con ingredientes económicos y que tuviera un nombre impactante y fácil de recordar.
Es por esta razón que el director de la filial propuso un concurso entre sus empleados para decidir cómo llamar al refresco. El ganador fue Joe Knipp, un veterano vendedor que dejó volar su imaginación para encontrar el nombre adecuado, y propuso el de "Fanta", derivándolo de la palabra "Fantasie" ("Fantasía" en alemán). La idea cautivó a los directivos.
En un principio nadie pensaba que pudiera emular el éxito de su predecesora pero, al ser comercializada con el aval de Coca-Cola mbH, el lanzamiento superó todas las expectativas, con tres millones de botellas vendidas en su primer año de vida en 1943.
La Fanta fue un rotundo éxito en la Alemania Nazi.
NO TE PIERDAS: La "campana de Hitler" seguirá sonando en Alemania
Vía: Muy Interesante