Los Azufres, en Michoacán, son considerados como un spa natural.
El Parque Natural Los Azufres, situado a 2,800 metros sobre el nivel del mar en el estado mexicano de Michoacán, está anclado sobre un manto acuífero de piedra volcánica de donde emergen sus famosas aguas termales.
Jorge Sánchez pisó por primera vez el parque, ubicado unos 250 kilómetros al oeste de Ciudad de México, cuando tenía cinco años acompañado de sus abuelos. Ahora, con 54, está completamente convencido de los efectos beneficiosos para la salud.
Vive en la capital, pero eso no le impide ser un usuario fiel y de los más antiguos del balneario "Los Azufres", el único de la zona que tiene dos lagos naturales de donde emanan directamente el agua y lodo termales.
Este "spa natural" es uno de los alrededor de 20 espacios de este tipo que hay en México y recibe a miles de usuarios durante el año por las propiedades curativas que se le atribuyen.
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Sánchez dice que lo experimentó en carne propia: Tenía una molestia en el tobillo y nada le quitaba el dolor. "Hasta que empecé a venir para bañarme con cierta frecuencia y se me quitó el dolor por completo".
Recuerda que hace 15 años la entrada era libre, hasta que el balneario se convirtió en propiedad privada (60 pesos -unos 4 dólares- para adultos y la mitad para niños). Por lo demás, Sánchez asegura que "todo sigue siendo igual, salvo unas pocas casas que se han instalado cerca del balneario".
La propietaria, Emilia Moreno, explica que están ubicados sobre una fractura volcánica, donde se forman los pozos naturales de vapor y agua con una temperatura apta para el baño de entre 25 y 30 grados. Los manantiales proceden de las capas subterráneas de la tierra y alcanzan más de 100 grados a una profundidad de tres kilómetros.
El olor a azufre es el primer factor que determina el entorno. El color del agua varía entre el marrón y verde por el efecto de los árboles circundantes.
Sumergirse en el manantial, de menos de un metro de profundidad, y aplicarse en la piel el lodo termal, que se crea por las descargas de vapor del agua caliente en el interior de la tierra, aporta minerales como el caolín, magnesio, azufre, calcio, potasio, hierro, silicio o sodio, entre otros.
"Beneficia a la piel en los casos de acné o para eliminar células muertas. Quita los dolores artríticos, de articulaciones o inflamaciones. Y también te relaja", asegura Moreno.
Para Fernando García el tiempo parece detenerse cuando está dentro el agua. "Con tal de que esté calentita aquí me quedo", es la frase que utiliza para justificar sus dos horas sumergido en el lago. Suele tumbarse siempre en la misma esquina que le permite apoyar la cabeza en una piedra y así se mantiene sujeto.
Acude al balneario en silla de ruedas, desde que dejó de caminar hace años "por los dolores en las piernas". Su familia (esposa, hija y nietos) le ayuda para el traslado y le acompaña durante el baño.
En las temporadas habituales de vacaciones, el Parque Natural recibe la visita de turistas tanto nacionales como extranjeros.
Sin embargo, en los últimos años la afluencia internacional ha bajado casi a la mitad debido a la imagen de inseguridad que proyecta Michoacán, argumenta la propietaria del balneario "Los Azufres". La región ha sufrido la acción violenta del crimen organizado, que generó el surgimiento de fuerzas civiles armadas.
Junto a este lugar se sitúan varios establecimientos en los márgenes de la región montañosa, que también usan el agua de los manantiales termales pero de manera indirecta a través de tuberías que desembocan en piscinas artificiales.
Todos los balnearios disponen de servicios complementarios como la renta de cabañas y áreas para acampar para los que deciden pasar la noche o varios días, así como espacios recreativos para niños.
El parque también se ha convertido en un lugar buscado por los amantes de la naturaleza por su ubicación entre montañas de largos pinos y oyameles. En 1979 la zona fue declarada reserva forestal.
Además, desde principios de los años 70 el gobierno federal de México aprovecha los recursos geotérmicos de la región para generar electricidad, con la instalación de varias plantas.
Por este motivo, las fumarolas de vapor, tanto de los ductos como de ciertas partes del suelo, forman parte del paisaje de "Los Azufres".