Quien hable de Buenos Aires difícilmente puede referirse a ella como «una sola ciudad», como suele pasar con cualquier metrópoli. Cada barrio tiene su propio ambiente y encanto. Así nació la gran composición conjunta de la capital argentina.
– Un barrio lleno de contrastes: en Puerto Madero chocan entre sí varios mundos. Rascacielos resplandientes se alzan detrás de los pastos de una reserva natural. Los edificios de varios pisos pertenecen a la zona portuaria, que en el pasado fue descuidada y hoy está renovada y se ha puesto de moda. Acercándose al río, uno se encuentra en medio de la Reserva Ecológica, donde zumban libélulas sobre los brazos pantanosos del Río de la Plata y donde hay gente haciendo footing también cuando hace mucho calor. ¡Hay naturaleza en medio de esta ciudad de casi tres millones de habitantes!
– El barrio de moda: en Palermo Soho viven, trabajan y venden sus obras artistas. Este barrio dentro de un barrio se extiende entre las calles de Santa Fe, Coronel Díaz, Córdoba y Juan B. Justo. En Palermo, la gente se reúne para tomar un café por la mañana, un mate entre las comidas y una cerveza por la noche y para festejar durante toda la noche, preferiblemente en Palermo Hollywood.
– El barrio alternativo: San Telmo pertenece al núcleo urbano original de la metrópoli. Las casas son viejas, algunas de ellas destartaladas o habitadas por okupas. Callejeando por este barrio uno se encuentra con cafés de moda frecuentados por estudiantes y artistas. Los domingos por la noche, el patio de una casa abandonada junto a la Iglesia de San Pedro González Telmo se convierte en escenario folclórico: en la peña con música en vivo la gente baila la chacarera con tanta pasión que se levanta una polvareda. Durante la fiesta hay empanadas y choripán, un chorizo parrillero asado que se sirve entre dos trozos de pan.
– El barrio histórico: en el antiguo barrio portuario de La Boca nació el tango. Aquí, el tango es una fuente de negocio: parejas bailan frente a los restaurantes y bandoneonistas esperan a que la gente les dé una propina. Cuando uno se aleja de los nudos turísticos, se puede vivir este barrio tal como es en realidad: animado, pero al mismo tiempo pobre. Hay niños jugando al fútbol en la calle; sus grandes ídolos juegan a lado, en el estadio de lo que probablemente es el club más popular del país: Boca Juniors.
– El barrio elegante: quien vive en Recoleta debe de tener dinero o trabajar aquí. Aunque es uno de los barrios comerciales de la ciudad, hay lugares que vale la pena visitar: el Cementerio invita a uno a dar un paseo absorto en sus pensamientos. Además de las monumentales esculturas fúnebres, se puede visitar también la última morada de Eva Perón. También merece la pena totalmente contemplar las ostentosas mansiones del siglo XIX que aún se encuentran, aisladas, entre los edificios modernos, como en la Avenida Alvear.
Información básica: Buenos Aires
Cómo llegar: numerosas compañías aéreas ofrecen vuelos diarios sin escala a Buenos Aires, por ejemplo desde Fráncfort, París, Ciudad de México o Madrid.
Cuándo viajar: se puede visitar Buenos Aires durante todo el año, pero las mejoras épocas son los meses de primavera y otoño (austral).
Alojamiento: los hostales ofrecen habitaciones económicas, a partir de 20 euros (unos 21,5 dólares). Los hoteles de categoría media cuestan entre 60 y 100 euros aproximadamente y hay numerosos hoteles de lujo que cobran bastante más.