Por: Alex Macipe
Remota es uno de los mejores hoteles de la región de la Patagonia en Chile y me resulta tan acogedor, como extraño, por sus diferentes áreas conectadas por una serie de subidas, bajadas y escaleras de todo tipo que copian los desniveles del terreno en donde fue construido. Este recinto cuenta con un spa y una piscina climatizada, es perfecto para relajar el alma y el cuerpo, ya que el viento y el frío de los últimos días de mi viaje han dejado sus secuelas.
Si eres amante de la naturaleza debes conocer este hotel en la Patagonia.
Mi amigo Claudio, que es un reconocido naturalista chileno, sabe que por mi nacionalidad argentina, soy un amante de la uva Malbec y el fiel resultado de sus vinos, por lo que propone con cierta ironía, que realicemos un brindis con la típica cepa de Chile, a lo que no me opongo. El vino «Carmenere» es uno de mis preferidos y pese a la broma que me quiere hacer, disfruto del choque de las copas en homenaje a nuestra amistad y a los excelentes días que estamos compartiendo. La cena nos invita una sopa de mariscos como entrada y el plato principal nos deleita con una merluza austral que el chef sirve sin salas para que podamos percibir los sabores de las profundidades del mar.
El ambiente de la Patagonia es tan complejo como simple. Sus paisajes parecen jardines minimalistas pero no por ello menos interesantes. Todo tiene una lógica, una razón de ser. La falta de arboles y pastos altos se debe en gran medida al fuerte viento que pasa a ser un actor principal en la vida cotidiana de las ciudades, los animales y las personas. Ese mismo viento que, muchas veces destruye y dificulta, es el que muestra desde otra perspectiva, el magnífico planeo de los cóndores por los grandes valles en busca de alimento, sin batir sus alas para ahorrar energía.
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Remota está a solo 3 kilómetros de Puerto Natales. Esta es una pequeña ciudad que balconea al canal Señores. Es relativamente moderna aunque hay registros de que las primeras expediciones que surcaron la zona, a cargo del marinero Ladrillero, fueron en el año 1557. Los colonos comenzaron a establecerse por el año de 1897 haciendo de la ganadería ovina y bobina la principal actividad de la región, aún hasta el día de hoy.
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