Un paraíso único en el mundo.
El desarrollo turístico de Mayakoba, ubicado en la Riviera Maya en el Caribe mexicano, es reconocido como un modelo de desarrollo sustentable por organizaciones como Rainforest Alliance, la Iniciativa de Turismo del Arrecife Mesoamericano y la Organización Mundial de Turismo de las Naciones Unidas.
Mayakoba tiene una extensión de 650 hectáreas divididas en dos zonas turísticas (I y II) y se ubica en un área geográfica conocida como Sistema Ambiental Punta Bete-Punta Maroma: una zona con ecosistemas de gran valor ecológico y un balance muy frágil: arrecifes de coral, dunas costeras, humedales de manglar y selva tropical.
Con una inversión total estimada en 2,050 millones de dólares, se ha invertido para desarrollar este importante complejo turístico. Es importante recalcar que en el proyecto participaron investigadores de varios países, incluyendo 12 centros de investigación mexicanos, tres centros de investigación estadounidenses y compañías de consultoría ambiental especializadas en medio ambiente, planeación urbana y turística, legislación, diseño arquitectónico y procesos de construcción.
En Mayakoba se utilizó fotografía aérea georreferenciada y verificación en campo, lo que permitió hacer una evaluación ambiental más completa que no solo revisó la geografía, sino también evaluó las condiciones biológicas e hidrogeológicas del sitio.
El resultado fue una propuesta única que cambió el concepto de un hotel en el mar. El 90% de la estructura hotelera se ubicó a más de 600 metros de la playa, lo que permitió preservar los ecosistemas de las dunas y el manglar.
Mayakoba es un destino turístico ecológico avalado por varias organizaciones.
Los resultados de este gran esfuerzo, publicados en el informe anual de cumplimiento de términos y condicionantes ambientales, Desarrollo Turístico Mayakoba, son sorprendetes y motivo de orgullo. Este complejo hotelero es un ejemplo para el mundo.
Las mejoras al ecosistema han convertido a Mayakoba en un santuario para cientos de animales. El sistema de canales ha servido para la alimentación, refugio y descanso de casi 600 especies de aves, peces, reptiles, crustáceos y moluscos que usan el manglar, la selva baja, las dunas, playas y los canales como hábitat.
Aquí habitan especies en peligro de extinción.
Mayakoba se ha convertido en un sitio para la observación de aves. Invitamos al lector a disfrutar de esta maravilla natural. Algunos fotógrafos de National Geographic lo han visitado para tomar imágenes de aves a una distancia privilegiada de cinco metros.
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Más información sobre este hotel ecológico en este enlace.