Tras caer presa de una trampa dispuesta por campesinos locales, un leopardo persa perderá la pata trasera este viernes.
El avistamiento de un leopardo persa extremadamente raro llamó la atención en la región norte de Iraq. En el poblado de Zakho, al norte de Iraq, los campesinos locales colocaron trampas para evitar que el ejemplar atacara a sus animales de ganado. O lo que es más: que lastimara a algún transeúnte que se le cruzara por error.
El leopardo estaba fuerte y entero, según aseguraron los pobladores de Zakho. Casi en la frontera con Turquía, es común encontrar felinos mayores entre las montañas cubiertas de una densa capa de nieve. Especialmente en invierno, cuando salen a cazar a plena luz del día.
No pasó mucho tiempo antes de que el animal se comiera algunas ovejas, y lastimara a dos personas en su camino. Pocos días más tarde, con una herida infectada en la pata izquierda, el animal sería trasladado para intervención quirúrgica.
Una consecuencia de la urbanización excesiva
No es la primera vez que, a raíz de la urbanización excesiva, vecindarios humanos traspasan los límites del antiguo terreno virgen. Este fenómeno no se limita a Medio Oriente. Por el contrario, se ha visto ampliamente en la Amazonía brasileña, así como en las áreas naturales protegidas de México y Argentina, por mencionar algunas.
La explotación industrial de estos ecosistemas promueve que la cercanía entre seres humanos y poblaciones de animales salvajes se enfatice. En este caso, el leopardo persa quedó atrapado por la pierna trasera. Después de unos días de deambular por su cuenta entre las montañas, fue trasladado por Organización de Kurdistán para la Protección de los Derechos de los Animales (KOARP) para intervención quirúrgica.
El veterinario Soleiman Tamr, director de la KOARP, estuvo encargado del procedimiento. Según la cobertura de AFP, no había otra manera de salvar la vida del ejemplar. Antes de que la infección se convirtiera en un mal orgánico, valía más la pena amputar la extremidad herida. Especialmente, considerando la rareza de la especie, hoy en peligro de extinción.
De acuerdo con la organización de la sociedad civil World Land Trust, un leopardo persa promedio puede pesar hasta 70 kilos, y medir casi 2 metros de largo. Cuentan con cuerpos robustos y patas comparativamente cortas. Ésta es una de las 8 especies de felinos más grandes conocidas en el mundo, y son ávidos cazadores en el norte de Iraq.
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La cara menos brillante de la conservación
De acuerdo con France24, el accidente sucedió después de algunos días en los que el leopardo merodeó los límites de la aldea iraquí:
«El gran felino sufrió una herida en la pata trasera cuando quedó atrapado en la trampa de un pastor, pero logró escapar antes de que los aldeanos ayudaran a la policía a localizarlo».
Antes de ser trasladado al zoológico, las autoridades administraron un sedante al animal para que dejara de sentir dolor. Éste es uno de los 1,000 ejemplares que se tienen registrados en libertad al interior de Iraq. En contraste, sólo 200 se mantienen en cautiverio.
Después de la amputación, realizada en el zoológico de Duhok, Tamr vendó el muñón de la pata trasera. Después de despertar de la anestesia, el leopardo pareció responder bien a los alimentos y al tratamiento proporcionado por el equipo de veterinarios kurdos. A pesar de ello, su movilidad estará gravemente limitada en los meses siguientes.
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