Expertos han comprobado que la adopción entre ardillas rojas sí ocurre. Este hecho asombró a los miembro de la comunidad científica.
Científicos de las universidades de Guelph, Alberta y McGill, en Estados Unidos y Canadá, comprobaron que las ardillas rojas (Sciurus vulgaris) adoptan a las crías que han quedado huérfanas. Este estudio fue publicado en Nature Communications.
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¿Por qué las ardillas rojas adoptan a crías huerfanas?
«Los animales sociales, como los leones o los chimpancés, están siempre rodeados de sus parientes, y no es extraño que una hembra adopte a un miembro de la familia huérfano, porque han pasado mucho tiempo juntos» explica Andrew McAdam, biólogo evolutivo y coautor del trabajo.
«Pero las ardillas rojas viven casi completamente aisladas y son muy territoriales. El único momento en que dejan que otra ardilla entre en su territorio es cuando las hembras están listas para aparearse«, añade.
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Por lo que, es sorprendente que adopten a crías que haya quedado sin madre.
Las ardillas rojas solo adoptan a crías huérfanas que llevan al menos un porcentaje de sus mismos genes.
«Es sorprendente que las ardillas rojas sean capaces de distinguir a sus parientes. Ya que, normalmente no interactúan unos con otros.» admite McAdam a Muy Interesante España.
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¿Cómo son las ardillas?
La ardilla roja es un roedor mediano que habita en los árboles.Los machos y hembras tienen el mismo tamaño. Su longitud es de 20 a 25 centímetros. La cola mide de 15 a 20 centímetros. Por último, su peso corporal es de 230 a 400 gramos.
Su pelaje se caracteriza por ser suave y el color de la parte superior es rojizo.
Estas ardillas tiene un período de gestación de 38 días. En un parto nacen de dos a cinco crías y pesan de ocho a 10 gramos. Estos roedores abren los ojos aproximadamente a los 30 días de haber nacido.