En las faldas de algunos de los volcanes del centro de México habita el teporingo, un pequeño conejo endémico amenazado por la urbanización.
Aislado en las zonas volcánicas del centro de México se encuentra el teporingo, uno de los grandes representantes de la fauna de este país. Habita en madrigueras y se alimenta principalmente de plantas. Este mamífero está en grave peligro de extinción debido al desmedido crecimiento urbano. A pesar de esto, el pequeño animal sigue sobreviviendo en un hábitat que cada vez se ve más reducido.
Teporingo, el conejo mexicano de los volcanes
También conocido como zacatuche, el conejo de los volcanes es un mamífero lagomorfo de la familia Leporidae. Vive en bosques y zacatonales del centro de México, en alturas superiores a los 2 mil 800 metros.
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El origen de su nombre no está bien definido, sin embargo, se piensa que proviene de la palabra tepolito, la cual significa “el de las rocas”. Por otra parte, zacatuche, la otra forma de llamarlo, es una derivación del náhuatl que hace referencia a “conejo de los zacatonales”. Ésta última en honor al hábitat de este conejo.
El teporingo es un animal muy distintivo por sus características físicas. Es uno de los conejos más pequeños del mundo. Su tamaño oscila entre los 27 y los 30 centímetros. Se le puede identificar con facilidad debido a sus diminutas y redondeadas orejas. Su cola es apenas notable.
El hábitat no es menos peculiar. Como se mencionaba, este conejo vive en el centro de México, específicamente en el Eje Neovolcánico. Se le ha registrado a las faldas de los volcanes Pelado, Tláloc, Popocatépetl, e Iztaccíhuatl. Además, el teporingo se puede encontrar en las montañas de algunas alcaldías de la Ciudad de México. De igual modo, se han buscado rastros del animal en el Nevado de Toluca.
En cuanto a su alimentación, el conejo de los volcanes tiene favoritismo por un tipo de pasto llamado zacatón. Pero, también, suele comer otras variedades de follaje. El zacatón, por otro lado, más allá su cumplir su papel alimenticio, sirve al pequeño mamífero como escondite de sus depredadores.
El ser humano: la amenaza creciente
El coyote, el zorro gris, la víbora de cascabel, el cacomixtle norteño, la comadreja, la musaraña y el lince son los principales depredadores del teporingo. No obstante, la mayor amenaza de este pequeño mamífero es el ser humano —por un crecimiento urbano que consume su hábitat natural.
Actualmente, el teporingo está considerado por la UICN como un animal en peligro de extinción. Esto es, como ya se mencionaba, producto de las actividades humanas, principalmente. El animal puede ser encontrado, en números reducidos, en las zonas mencionadas.
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La caza de estos animales es ilegal. Esa ha sido una de las medidas que el gobierno ha tomado a favor de la protección del teporingo. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) monitorea constantemente las áreas donde se supone puede ser hallado el mamífero. También existen brigadas en Milpa Alta que desarrollan la misma actividad. Todo con el fin de preservar a la especie.
La preservación del teporingo va más lejos de la supervivencia. Su papel en la cadena trófica es indispensable, ya que actúa en favor de ésta al dispersar semillas. Este hecho es clave en el crecimiento de plantas que ayudan mantener el equilibrio ecológico.
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