Una distinción morfológica en el cráneo señala que existe un nuevo tipo de ballena nadando en las profundidades del Golfo de México
Con más de 12 metros de longitud, y en peligro de extinción, parece que un equipo de investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica creen haber avistado un nuevo tipo de ballena, nunca antes vista. Catalogada como «Rice», se piensa preliminarmente que sólo quedan 100 ejemplares en el Golfo de México.
En la década de los 90, otro equipo de biólogos marinos determinó que existía una población pequeña de ballenas distintas a las que generalmente se avistaban en la misma área. Los investigadores pensaron que pertenecían a la especie de ballenas Bryde, que generalmente habitan aguas cálidas en otras partes del mundo. Parece que se equivocaron.
Datos genéticos de hace 15 años
Estos avistamientos picaron la curiosidad de diversos biólogos marinos del mundo. Una de ellas fue Patricia Rosel, genetista investigadora de NOAA Fisheries. Con respecto a esta reciente catalogación de las nuevas ballenas, señaló que esta investigación data de hace más de una década:
«La primera pista que tuvimos de que podría haber algo único en ellos, provino de los datos genéticos que recopilamos a mediados de la década de 2000, hace 15 años».
A partir de las muestras recopiladas, se sugirió que podría tratarse de una especie completamente diferente. Sin embargo, para confirmar la hipótesis era necesario contar con datos morfológicos que mostrara los cráneos de esta nueva especie. De esta forma, podrían compararlas con sus parientes cercanos.
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Encallar en Florida
Finalmente, en 2019, una ballena de este tipo encalló en el suroeste de Florida. Fue entonces que Rosel y su equipo aprovecharon la oportunidad para usar los restos orgánicos para profundizar en sus investigaciones:
«A través de algunos esfuerzos realmente enormes de la red varada para responder a esa ballena muerta y preservarla, finalmente pudimos observar la morfología del cráneo y hacer comparaciones con esas otras ballenas de Bryde».
A partir del cadáver, Rosel y su equipo determinaron que la parte superior del cráneo es la que verdaderamente distingue a las ballenas Rice de otras especies. Se trata de un grupo de huesos en la tapa de la cabeza, únicos de este tipo de mamíferos.
Sin embargo, Rosel señaló que esta especie es difícil de estudiar: no migran y pasan la mayor parte de sus vidas lejos de las costas. Sólo pueden verse cuando salen a respirar, de acuerdo con los resultados de su estudio, ya que pasan largos periodos de tiempo bajo el agua.
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