Un gato de Borneo macho, en buen estado de salud, lo avistaron por primera vez en en el año de 2003 y se le ha vuelto a ver en varias ocaciones mediante 52 cámaras camufladas en la parte de la isla de Borneo, concretamente en la provincia de Borneo Central.
El gato de Borneo (Pardofelis badia) fue una especie descubierta a finales del siglo XIX en esta isla.
Susan Cheyne, codirectora de la Fundación de la Naturaleza de Borneo, explica a National Geographic España que «los gatos salvajes pueden ser muy difíciles de estudiar en la naturaleza porque son reservados, solitarios y se camuflan muy bien».
El gato en cuestión se captó por última vez, en el año 2017, a más de 60 kilómetros de distancia de la zona más cercana en la que se conocía la existencia de la especie y, por tanto, podría tratarse de una nueva población de gatos de Borneo. Sin embargo, los científicos se muestran cautos porque la selva donde se ha realizado el hallazgo no está protegida y se practica la caza furtiva.
El gato de Borneo, de color pardo, mide poco más de medio metro, tiene una larga cola que puede alcanzar los 40 centímetros y puede llegar a pesar entre dos y cuatro kilos. Los científicos creen que este felino, que es un cazador nocturno, se alimenta de aves y pequeños mamíferos.
Otro gato de Borneo macho y en buen estado de salud lo avistaron en agosto de 2016.
«Todavía hay muchas cosas que no sabemos sobre las selvas de Borneo y el reloj sigue corriendo. Si queremos salvar a aquellas especies que están al borde de la extinción tenemos que desarrollar más estudios para comprender la distribución y las necesidades ecológicas de esas especies», subrayan los investigadores.
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Este video muestra algunos de los últimos avistamientos que se han logrado de este gato: