Un grupo de científicos y conservacionistas registró los primeros avistamientos de vaquitas marinas este 2019. Esto se pudo llevar a cabo gracias a una acción coordinada entre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Secretaría de Marina, la Sociedad de Conservación de Sea Shepherd, el Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, y también con la colaboración de investigadores de mamíferos marinos de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y los EE. UU., así como el apoyo de la Armada de México.
El avistamiento tuvo lugar en las aguas del Alto Golfo de California cerca de la comunidad de San Felipe, en Baja California, México. La tripulación de Sea Shepherd a bordo del M/V Sharpie observó dos pares de vaquitas marinas el 19 y 20 de agosto. El 3 de septiembre se fotografiaron dos más.
En total se registraron seis ejemplares.
“Es excelente ver que estas vaquitas están bien alimentadas, regordetas y de aspecto saludable”, dijo la doctora Barbara Taylor, bióloga conservacionista e investigadora de vaquitas, acorde al comunicado.
“Ver a las vaquitas marinas vivas es un alivio y demuestra que debemos continuar protegiendo a la especie”, apuntó el doctor Lorenzo Rojas-Bracho, jefe del programa de investigación.
El Programa de Investigación para la vaquita es un esfuerzo de la CONANP y ha sido una herramienta confiable para comprender a la población de la vaquita durante muchos años.
Su programa de monitoreo acústico es responsable de las evaluaciones más precisas para saber el estado actual de la vaquita. Es por esta razón que es una herramienta vital en los esfuerzos para proteger la especie.
«Siguiendo el ejemplo de CONANP y gracias a sus tremendos esfuerzos de monitoreo de la población de la vaquita marina, hemos podido encontrar, filmar y fotografiar a algunos de los últimos ejemplares», dijo Eva Hidalgo, coordinadora de ciencias de Sea Shepherd. En este enlace puedes encontrar más imágenes.
Este trabajo de investigación es extremadamente importante para mostrarle al mundo que las vaquitas marinas todavía están vivas y fuertes.
«Por lo que, los esfuerzos interinstitucionales como la recuperación de las redes de enmalle ilegales pueden continuar protegiendo a la vaquita de la extinción», finalizó Hidalgo en el comunicado.
Ya que, acorde a la ONU, a mediados del siglo pasado, fueron las redes totoaberas que a veces se lanzaban desde barcos para la pesca de camarón las que atrapaban vaquitas, luego, a medida que fue aumentando la pesca, las redes para otras especies o para la pesca artesanal cuyo objetivo era el tiburón, el chano o el pez sierra, entre otros, fueron disminuyendo la población del cetáceo. Pero el problema mayor vino con la pesca de la totoaba, un pez endémico del Golfo de California cuya vejiga natatoria o buche tiene un gran valor en la medicina tradicional china.
Los pescadores de totoaba utilizan redes agalleras, cuya luz de malla tiene el tamaño de la cabeza de la vaquita, que fácilmente se queda atorada y se ahoga.
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En este video se muestra una parte de la expedición que busca salvar a esta especie:
Con información de la Sea Shepherd y la ONU.