Ballenas, animales que vivieron en paz durante la pandemia de COVID-19

Los niveles de cortisol de las ballenas de Australia, en la pandemia, estuvieron por debajo de lo que ahora presentan estos animales.

¿Imaginas por qué las ballenas vivieron tan bien a lo largo de la pandemia de COVID-19? Creemos que no te será difícil dar con la respuesta. Pero, seamos claros. Las actividades de toda índole, que nosotros desarrollamos en los océanos, hacen que estos gigantes marinos aumenten su nivel de estrés de forma significativa. Durante el tiempo que la emergencia sanitaria estuvo en pleno, la participación humana en su hábitat fue mucho más limitada que de costumbre, lo que favoreció la calidad de vida de dichos animales.

Para formalizar lo que ya se antojaba altamente probable, un grupo de científicos de la Universidad de Queensland (Australia) tomó muestras de piel y grasa de ballenas jorobadas que fueron encontradas cerca de Brisbane, una de las ciudades del país más grande de Oceanía.

Antes, los científicos que realizaron este estudio, publicado en la revista Marine Environmental Research, habían seguido a las ballenas a lo largo de sus migraciones de 2020 y 2021. En ese entonces, el fin era medir su salud y sus reservas energéticas. El registro quedó y sirvió para la comparativa que ahora hace concluir, a los expertos, que estos mamíferos marinos estaban mucho mejor cuando la pandemia nos tenía encerrados.

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La cuestión es que los análisis recientes demostraron que las ballenas andan, en la actualidad, con niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés. Por el contrario, en 2020 y 2021 eso mismo estaba muy por debajo de lo que se presenta este año.

Ruido, La Niña y más

Según los expertos que trabajaron en esta investigación, hay varios detonantes, derivados de nuestras actividades en los océanos, que pueden estar disparando los niveles de estrés entre las ballenas. No obstante, uno de los principales es todo el ruido proveniente de los buques. Y es que esto es algo a lo que los animales en cuestión son muy sensibles, sin contar que hablamos también de una obstrucción para la comunicación que se da entre ellos.

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De parecer poco, en la pandemia se vio que las ballenas podrían haber ingerido menos bifenilos policlorados (PCB) y otros contaminantes de origen humano.

Los científicos dicen que, además de la actividad humana, fenómenos naturales como La Niña pueden estar de igual modo alterando a los grandes mamíferos de los océanos. Con todo, reiteran que mucho tiene que ver nuestra especie con estos resultados.