Desde 1999 hasta 2015, en 16 años, el número total de orangutanes de Borneo (Pongo pygmaeus) se ha reducido en más de 100,000 orangutanes, según reveló el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, que ha liderado una investigación sobre esta especie nativa de la isla de Borneo, junto con el Centro Alemán de Investigación de la Biodiversidad Integrativa y la Universidad John Moores de Liverpool.
Hay que actuar urgentemente para prevenir nuevas muertes.
El nuevo estudio demuestra dos puntos importantes:
- La población de orangutanes de Borneo era mayor de lo que se pensaba. Sin embargo, la especie está desapareciendo más rápido de lo previsto.
Unos 10,000 orangutanes, de los aproximadamente 54,000 que viven en estado salvaje, habitan en zonas forestales destinadas a la producción de aceite de palma.
- La mayoría de orangutanes morirá si estas zonas se convierten en plantaciones de aceite de palma. La caza furtiva y el tráfico ilegal de sus crías, para ser usadas como mascotas, han influido decisivamente en el dramático declive de la especie.
Los orangutanes se reproducen de manera muy lenta y con solo eliminar uno de cada 100 orangutanes adultos por año, la población tendría muchas probabilidades de extinguirse.
Los orangutanes de Borneo han sido descritos habitualmente como una especie altamente sensible. Ya que, solo puede sobrevivir en las condiciones ecológicas más puras. Sin embrago, los investigadores han comprobado que son resistentes y se adaptan a los nuevos desafíos, ya que caminan sobre la tierra más a menudo de lo que se creía y pueden alimentarse de plantas que no forman parte de su dieta natural, como la acacia o la palma de la cual se obtiene el aceite.
Gracias a estos comportamientos podrían sobrevivir en parajes fragmentados o en pequeñas forestas. Sin embargo no pueden lidiar con los elevados índices de muerte que hay en la actualidad.
La parte positiva del estudio es que «hay más orangutanes de lo que habíamos previsto y algunas poblaciones parecen estar relativamente estables«, comenta Hjalmar Kühl, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y el principal autor del estudio.
«Hay que actuar urgentemente para prevenir nuevas muertes. Indonesia y Malasia están desarrollando nuevos planes a largo plazo. Esto con el objetivo de preservar a los orangutanes», concluye Erik Meijaard, de la Universidad de Queensland y director de Borneo Futures.
45,000 orangutanes podrían desaparecer en los próximos 35 años únicamente por la pérdida de su hábitat.
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Vía: National Geographic