Por primera vez desde 1993, un par de cachorros de oso andino nacieron en una madriguera aislada del Zoológico de San Diego. Ésta es su historia.
En lo que va del milenio, el Zoológico de San Diego no había reportado algo similar. Un par de cachorros de oso andino nacieron en enero de 2023. Por lo insólito del nacimiento, los especialistas en el cuidado de la vida silvestre a cargo de atenderlos los están monitoreando de cerca. De esta manera, podrán garantizar que los bebés crezcan fuertes y, eventualmente, sean capaces de salir de su guarida por su cuenta. Ésta es su historia.
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Un nacimiento insólito
La última vez que el Zoológico de San Diego le dio la bienvenida a mellizos de oso andino fue en 1993, cuando su abuela, Houdini, tuvo a Sombra y Quijote. Desde entonces, explica la institución en un comunicado, un evento así no se había presentado.
Por esta razón, Tammy Batson, especialista líder en cuidado de la vida silvestre en el Zoológico de San Diego, no oculta su emoción por el nacimiento de los cachorros de oso andino:
“Fuimos testigos de la hermosa transición de Alba a la maternidad con su primer cachorro hace un par de años y ahora, como madre por segunda vez con gemelos, continúa impresionándonos con su atención. Es una madre atenta, que ahora tiene las dos manos ocupadas”.
Su madre, Alba, ya había tenido una cría antes. Por las experiencias previas que han tenido con la especie, los cuidadores del zoológico saben que son animales indefensos, que dependen por completo de sus madres durante las primeras etapas de sus vidas. En su entorno natural, entre los bosques andinos, estos osos suelen abandonar sus guaridas a los tres meses de nacidos por primera vez.
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Casi un siglo de ver crecer a cachorros de oso andino
El Zoológico de San Diego tiene una larga tradición preservando a la especie en hábitats especializados, que imitan las condiciones de madriguera aislada que las hembras usan para dar a luz. Desde 1938, cuando nació el primer ejemplar en las instalaciones, se han visto crecer a 11 cachorros de oso andino. Todos con éxito, además.
Incluso a pesar de esta relación cercana con la especie, la ciencia contemporánea conoce poco sobre sus hábitos y comportamientos. Como se caracterizan por ser animales diurnos, es difícil estudiarlos en su entorno natural. Especialmente durante sus primeros años de vida, cuando sus madres están tan cerca de ellos y pueden ser peligrosas para los seres humanos.
Con estos nuevos mellizos, la San Diego Zoo Wildlife Alliance «ahora tiene otra oportunidad de aprender más sobre las interacciones entre una madre y sus crías», explica la institución en un comunicado.
Ade´mas del trabajo que se está realizando desde Estados Unidos, el zoológico está trabajando con conservacionistas en Perú en el paisaje de Manu, al sureste del país. Ahí, documentan la presencia del oso andino en libertad, lo cual, promueve que se pueda caracterizar a la especie y su comportamiento en la naturaleza.