Un par de consejos sencillos podrían contribuir a que tu gato deje de cazar aves, reptiles y pequeños mamíferos.
Los gatos son un auténtico problema ambiental que amenaza la vida silvestre en distintas latitudes.
A pesar de que en la mayor parte del mundo occidental se trata de un animal de compañía para el que se reservan los mejores cuidados, su carácter salvaje y herencia genética los convierten en un depredador eficaz, capaz de cazar con solvencia aves, lagartos o mamíferos pequeños.
El problema resulta más evidente en países megadiversos y con un alto porcentaje de especies endémicas, como Australia, donde las investigaciones más recientes confirman que los reptiles, pequeños mamíferos y aves del país tienen 20 veces más probabilidades de tener un encuentro mortal con gatos ferales que con otros depredadores nativos.
Esta situación llevó al gobierno australiano a establecer políticas decididas a iniciar una ofensiva contra los gatos ferales, a fin de proteger a aproximadamente a 124 especies que los hábitos depredadores de los felinos ponen en peligro de extinción.
Además de cercar santuarios de vida silvestre, los esfuerzos levantaron polémica debido a medidas como producir salchichas envenenadas y pagar a cazadores para eliminar a aproximadamente 2 millones de los 20 millones de gatos ferales que existen en Australia.
Y aunque la estrategia logró sacrificar a más de 840 mil gatos ferales entre 2015 y 2018, nuevos estudios han demostrado la voracidad de esta especie invasora para cazar al menos un millón de reptiles diarios.
La problemática comienza a replicarse en otras latitudes como el Reino Unido, un país donde 7.5 millones de gatos cazan aproximadamente 100 millones de animales al año, según datos de The Mammal Society.
En busca de una solución a este problema, un nuevo estudio elaborado por la Universidad de Exeter publicado en Current Biology sugiere poner en práctica un par de remedios sencillos para evitar que los gatos domésticos salgan a cazar: darles una dieta rica en carne y jugar a diario con ellos.
La investigación sugiere que cuando los gatos reciben alimento comercial con una proteína basada en carne, la captura de presas disminuye hasta 36 %, mientras que jugar diariamente de 5 a 10 minutos con juguetes de plumas u objetos móviles que simulan la caza, provoca una reducción de esta conducta en un 25 %.
A pesar de que no está clara la razón por la que el cambio en la alimentación de los felinos provoca un comportamiento menos predatorio, es probable que los alimentos basados en soya o proteínas de fuentes vegetales provoquen una ligera deficiencia en algún micronutriente, que es compensada por los gatos al salir a cazar.
El estudio analizó a 355 gatos en 219 hogares del sureste de Inglaterra durante un lapso de 12 semanas y concluye que la puesta en marcha de estas estrategias puede ser útil para reducir el impacto en la vida salvaje de los gatos domésticos, sin imponerles restricciones como mantenerse encerrados en casa.
El estudio también analizó la efectividad del collar Birdsbesafe (un aro de algodón de colores vistosos fácilmente identificables por las aves, que promete reducir hasta en 87 % el número de pájaros cazados por los gatos domésticos) y descubrió que si bien el accesorio funcionaba para disminuir en 42 % las presas voladoras, no tiene efecto alguno para salvaguardar la vida de los mamíferos pequeños y otros animales.
Ahora lee:
Australia prepara un exterminio de gatos para evitar que acaben con la fauna salvaje
Descubren 3 nuevas especies de esponjas carnívoras en Australia