La ciencia estudia cómo afecta el cambio climático al canto de las aves para conocer el futuro de cientos de especies cuya vida peligra.
El cambio climático y el frenético crecimiento de las urbes se han convertido en enemigo de las aves. Su canto antes era uno de los sonidos que predominaban en el ambiente, sin embargo, desde hace más de 20 años la intensidad y frecuencia del mismo ha cesado a niveles alarmantes. Un grupo de expertos de la Universidad de East Anglia llevó a cabo un estudio para saber cómo afecta el cambio climático al canto de las aves.
Para ello, los especialistas desarrollaron un sistema de monitoreo de aves para obtener un registro muy acertado y detallado de los sonidos de los ambientes naturales y urbanos. En el mismo se registra y estudia el canto de las aves y el sonido de su entorno.
Este sistema registró y comparó 200,000 grabaciones de audio (a las que denominaron “paisajes sonoros”) capadas en distintas partes de los Estados Unidos y Europa. El objetivo fue comparar los registros sonoros de los últimos 25 años para conocer cómo el canto de los aves ha cambiado en dicho tiempo. Por desgracia, el resultado no fue lo que hubieran deseado.
Un dramático resultado
Los sonidos del pasado simplemente ya no existen en la mayoría de los lugares analizados, por ello los científicos recrearon los paisajes sonoros con ayuda de los datos anuales de conteo de aves de los sitios de la Encuesta de Aves Reproductivas de Estados Unidos y del Programa Paneuropeo de Monitoreo de Aves Comunes. Después combinaron con grabaciones de más de 1.000 especies que se habían registrado en la base de datos pública y con acceso en Internet Xeno-canto.
De esa manera se dieron cuenta de la drástica diferencia entre los sonidos de antaño con los de hoy, en los que el canto brilla por su ausencia o su melancólica monotonía.
«Desgraciadamente, estamos viviendo una crisis medioambiental global, y ahora sabemos que la disminución de la conexión entre las personas y la naturaleza puede estar contribuyendo a ello», afirma la Dra. Catriona Morrison, investigadora postdoctoral de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UEA, autora de los análisis.
Cómo afecta el cambio climático al canto de las aves
El estudio no ofreció resultados alentadores para el presente y futuro de las aves. Las urbes han dejado de llenarse con su canto, principalmente por la extinción de muchas especies o por la necesidad de migrar a otros lados para sobrevivir. Todo ello generado por el cambio climático y la contaminación ambiental. Esto está transformando las propiedades acústicas de los paisajes sonoros.
Los paisajes urbanos analizados registran un canto monótono o inferior de las aves, mientras que en otros sitios ha desaparecido por completo. En América del Norte, casi tres mil millones de aves han desaparecido desde 1970. En Europa, una de cada cinco aves está actualmente en peligro de extinción.
A continuación, un comparativo recogido por los investigadores donde su muestra la diferencia de intensidad y niveles de cantos de aves en 1998 y 2018 en una de las regiones estudiadas.
Simon Butler, ecólogo conservacionista de la Universidad de East Anglia y uno de los principales autores del estudio, afirma en entrevista para el medio The Naked Scientists:
“La diversidad acústica de nuestros paisajes sonoros naturales ha disminuido a gran escala, lo que significa que se están volviendo más silenciosos y menos variados, y esto está ocurriendo con un patrón similar tanto en Norteamérica como en Europa”.
“Sabemos que los paisajes sonoros pueden contribuir a nuestra salud y bienestar y, a medida que la calidad de esos paisajes sonoros disminuye debido a la pérdida de biodiversidad, es probable que también disminuyan los beneficios que podemos obtener de ellos”.
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