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Un nuevo estudio dirigido por la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern de Chicago descubrió que los monos Rhesus machos y enfermos de COVID-19 experimentan una propagación completa del virus en el tracto genital que puede acarrear distintos problemas de salud sexual.
A partir del ejemplo de los monos, el equipo determinó que los humanos podrían experimentar dolor testicular, disfunción eréctil y la reducción del conteo de espermatozoides y su calidad como consecuencias directas de una infección por COVID-19.
Según un comunicado de la Universidad, el equipo diseñó un escáner para realizar tomografías por emisión de positrones (PET) de cuerpo entero en monos Rhesus (Macaca mulatta) en busca de regiones donde se concentra la mayor cantidad de virus.
Y aunque a priori esperaban encontrar el virus propagándose especialmente en los pulmones, el tracto respiratorio superior y la nariz, el PET reveló una sorprendente “propagación completa” a través del tracto genital masculino, con restos del virus en la próstata, los testículos, las arterias testiculares y el pene.
La investigación sugiere que la salud sexual de millones de hombres alrededor del mundo podría resultar afectada después de cursar una infección producida por el nuevo coronavirus. Según la evidencia científica actual, entre el 10 y 20 % de los hombres que enferman de COVID-19 podrían desarrollar síntomas relacionados con alguna disfunción en su salud sexual, especialmente aquellos que tuvieron un cuadro de COVID-19 grave.
Se trata del primer estudio que demuestra cómo el SARS-CoV-2 es capaz de infectar distintos tejidos del tracto genital en primates machos, una hipótesis que se popularizó al principio de la pandemia; sin embargo, hasta ahora no estaba del todo claro si las afecciones a la salud sexual masculina se debían a procesos febriles e inflamatorios, o bien, se trataba de una consecuencia directa de la infección.
“Estos resultados indican que el dolor testicular, la disfunción eréctil, el hipogonadismo, la reducción del conteo y la calidad de los espermatozoides y la disminución de la fertilidad asociados con la infección por SARS-CoV-2 son una consecuencia directa de la infección de las células del tracto reproductivo masculino y no de mecanismos indirectos como fiebre e inflamación”, explicó Thomas Hope, autor principal del estudio y profesor de biología celular y del desarrollo.
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