Varios de los animales más venenosos del mundo viven en el mar y pueden causar fuertes dolores en el humano antes del llevarlo a la muerte.
En la naturaleza la supervivencia es la constante por la cual luchan todas las especies. En ese campo de batalla de presas y depredadores, la evolución ha dotado a los animales con mecanismos para comer y evitar ser comidos. Con relación a esto, la producción de toxinas es uno de los recursos más importantes que tienen diversos organismos en favor de uno u otro fin, o de ambos. De modo que se sabe que los animales venenosos abundan en la tierra, pero algunos de los más letales son propios del mar.
Tomando como punto de partida lo anterior, toca revisar cuáles son los animales más venosos del mar. Esto es lo que sabemos.
El veneno de los océanos
Pulpo de anillos azules (Hapalochlaena lunulata)
Se suele escuchar que los animales con colores vivos y atractivos son los más venenos. Ello, desde luego, abre una brecha a importantes excepciones, sin embargo, el pulpo de anillos azules es un caso para reafirmar dicha creencia.
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Este animal, que no mide más de 10 centímetros, es uno de los moluscos cefalópodos más letales. Puede encontrarse en las aguas tropicales del Indo-Pacífico occidental, generalmente en Sri Lanka, Filipinas, Australia y al sur de Japón.
La saliva de este animal puede causar náuseas fuertes, pérdida del habla, una coloración azul en las extremidades y hemorragias en el cuerpo humano.
Avispa de mar (Chironex fleckeri)
Otra habitante de las aguas australianas es la avispa de mar, misma que se suma, sin duda, a los animales más venenosos del mar. Además del mencionado país, esta especie de medusa vive en el sudeste asiático.
Los tentáculos de la avispa de mar alcanzan hasta 3 metros de largo. En estos órganos, la medusa tiene unas células que son las responsables de inyectar el veneno a la presa. Independientemente de que la sustancia puede causar parálisis e insuficiencia cardiaca en cuestión de minutos, el contacto con el veneno ocasiona uno de los dolores más fuertes que podría experimentar un ser humano a consecuencia del contacto con otro animal.
Calamar rayado (Sepioloidea lineolata)
Este habitante de las aguas marinas también predomina en Australia. A pesar de que su nombre popular sugiere otra cosa, el animal no es un calamar, más bien pertenece a los sepiidos, un orden de moluscos.
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El veneno del calamar rayado procede de su mordedura, pero el molusco también produce una baba tóxica que le sirve para ahuyentar a los depredadores. Mide, en promedio, solo 5 centímetros.
Pez piedra (Synanceia)
Este sigiloso y tímido pez está fuertemente equipado para sobrevivir ante la firme amenaza de los depredadores. Por un lado está su veneno, el cual pasa al oponente a través de una picadura, pero tiene más recursos para su defensa.
El pez piedra posee unas “navajas” bajo sus ojos que puede sacar y retraer desde las mejillas cuando la situación lo amerite. Además de esto, cuenta con una aleta dorsal espinosa que lo protege de los depredadores.
Caracol cónico (Conus geographus)
No solo del mar, sino que algunos expertos consideran al caracol cónico como el animal más venenoso de toda la Tierra. Por medio de una especie de arpón, que puede lanzar en cualquier dirección, inyecta a su presa una poderosa toxina que comienza por paralizarla.
Debido a una necesidad evolutiva en un animal tan lento como este, el veneno es sumamente potente y actúa al instante. No hay antídoto para hacer frente a la sustancia de este caracol que ya ha matado a seres humanos.
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