Muchos animales han desarrollado adaptaciones increíbles para garantizar la supervivencia de sus crías, como la reserva de embriones o el embarazo perpetuo.
Por: LAVANYA SUNKARA
En el planeta existen más de 5.400 especies de mamíferos con una amplia variedad de tamaños, desde diminutos murciélagos abejorro a ballenas azules de treinta metros de largo, y anatomías, como las de los aye-ayes de dedos delgados o pangolines con escamas. Esa asombrosa diversidad también se refleja en los diferentes embarazos y partos de las madres mamíferas, desde el perro doméstico que puede tener crías de dos padres diferentes a la vez hasta el ualabí del pantano que lleva a los bebés en dos úteros separados.
Las especies inteligentes y longevas suelen tener embarazos largos, lo que permite un tiempo adecuado para el desarrollo fetal. El embarazo del elefante africano dura 22 meses y es el más largo de todos los mamíferos.
“El bebé elefante nace muy completo y puede caminar distancias largas”, dice Thomas Hildebrandt, veterinario del Instituto Leibniz de Investigación de Zoológicos y Vida Silvestre de Alemania (Leibniz-IZW).
Algo parecido ocurre con las cinco especies de rinocerontes, cuyo embarazo dura un promedio de 16 meses, y la cría también nace completamente desarrollada. Y algunos mamíferos marinos, como el delfín mular, llevan a sus crías entre 10 y 12 meses.
En el otro extremo del espectro, el animal con el período gestacional más corto conocido es la zarigüeya de Virginia (Didelphis virginiana). Este animal, el único marsupial de América del Norte, puede dar a luz de ocho a nueve crías a los 11-13 días después del apareamiento; cada uno de estos «meñiques» (llamados así porque son parecidos a los dedos de la mano). Se dirigen ellos mismos desde el canal de parto hasta la bolsa para continuar su crecimiento.
Te contamos las adaptaciones más fascinantes que los mamíferos han desarrollado para cargar a sus bebés y asegurar su supervivencia.
Datos interesantes
Los animales con períodos de gestación más cortos tienen varios bebés, como el típico ratón doméstico, una máquina de reproducción cuyo embarazo dura solo 19 días, y da a luz a entre 12 y 20 bebés cada dos meses. Como “su entorno es muy peligroso y cambia constantemente”, dice Hildebrandt, esta prolífera descendencia aumenta las posibilidades de que más individuos lleguen a la edad adulta.
Los perros y gatos domésticos, así como sus equivalentes salvajes, también tienen varios bebés en un corto período de tiempo: una gestación típica de un perro doméstico es de 63 días, y dan a luz a un promedio de cinco a seis cachorros.
Los cachorros de un mismo parto pueden tener varios padres, un fenómeno llamado superfecundación. Como las hembras liberan más de un óvulo cuando ovulan, y su ciclo puede durar una semana, pueden aparearse con diferentes machos para fertilizar tantos óvulos como sea posible, dice Alexander Travis, biólogo reproductivo de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell.
Es por eso que algunos perros pueden tener crías con razas mixtas: un caniche, por ejemplo, puede dar a luz una cruza de caniche-beagle y una cruza de caniche-retriever al mismo tiempo.
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Embarazo en pausa
Más de 130 especies de mamíferos, como los osos, las focas, los leones marinos y varios marsupiales, pueden retrasar un embarazo hasta que las condiciones sean las adecuadas, por ejemplo, que el clima sea favorable, que se disponga de comida o que se hayan independizado los hermanos mayores que compiten con ellos.
En esta implantación retardada, “el esperma se une al óvulo, lo fertiliza y se convierte en un embrión temprano. Pero no se implanta”, explica Travis. En cambio, el óvulo fertilizado permanece en un estado de suspensión llamado diapausa embrionaria.
Los leones marinos de Steller del norte del Pacífico pueden posponer el parto de su única cría hasta que “la comida sea abundante y las condiciones sean amenas”, dice Carrie Goertz, directora de salud animal en el Alaska SeaLife Center, un acuario y centro de rehabilitación.
En el verano, los leones marinos de Steller dan a luz en tierra y luego entran en celo a las dos semanas, y pueden volver a quedar embarazadas. “El óvulo se fertiliza y en otros once meses y medio vuelven a dar a luz”, dice Goertz.
Durante este estado de desarrollo suspendido, la mamá regresa al agua para alimentarse. «Y comen por tres durante la mayor parte de su vida adulta…es increíble que tengan los recursos para poder hacer eso».
Embarazos «de respaldo»
Las cuatro especies de canguro tienen dos úteros independientes, una adaptación que les permite llevar un embrión «de respaldo». Después de dar a luz a sus crías peladas, las hembras suelen volver a quedar embarazadas rápidamente en el otro útero.
Mientras este pequeño madura en la bolsa de mamá, el otro embrión fertilizado se mantiene suspendido hasta que el hermano es destetado e ingresa en la bolsa. Un canguro hembra puede producir leche con diferentes valores nutricionales para dos crías de diferentes edades, y tiene cuatro pezones de los que pueden mamar los dos bebés.
Si una hembra pierde una cría, «el embrión que está en diapausa reanuda el desarrollo, por lo que el éxito reproductivo es mayor y la madre no tiene que esperar un año entero para volver a gestar», dice Travis.
Un estudio de marzo de 2020 mostró que el ualabí de pantano también puede tener dos embriones en diferentes etapas de desarrollo en sus úteros. Mediante una ecografía de alta resolución, los investigadores descubrieron que las hembras ovulan, se aparean y forman un nuevo embrión mientras aún llevan un feto a término en el otro útero. Eso significa que el ualabí del pantano es la única especie conocida que prácticamente vive preñada.
Espiar el útero
Si bien hay mucha información sobre la reproducción y el apareamiento en el mundo animal, poco se sabe acerca de lo que sucede dentro del útero.
Es por eso que cada vez más científicos recurren a la tecnología avanzada para ver qué sucede cuando un animal se desarrolla en el útero. Tomando imágenes 4D de una leona africana cautiva embarazada, por ejemplo, Hildebrandt descubrió que, dentro del útero de la madre, los cachorros se encuentran en una estructura protectora similar a una hamaca.
Cuando una leona caza presas como una cebra, puede llegar a recibir una patada en el abdomen. “Esto normalmente mataría al bebé, pero no ocurre ya que la naturaleza diseñó un sistema de suspensión para reducir el impacto de estas amenazas”, dice.
Para la nueva serie documental de National Geographic, Familia de Animales, que está disponible en Disney+, se crearon y pintaron crías de animales en 3D con detalles increíblemente realistas, como los capilares sanguíneos y los folículos pilosos. Por primera vez, la audiencia puede ver bebés chimpancés, leones marinos de Steller, perros salvajes africanos y otros animales dentro del útero de su mamá.
“Todo el mundo adora a los bebés de animales, pero no todo el mundo se da cuenta de lo extraordinarios que son estas vulnerables criaturas, tanto por las adaptaciones con las que nacen como por su notable capacidad para aprender a sobrevivir”, expresó Dominic Weston, productor del programa, por correo electrónico.
Un chimpancé recién nacido, por ejemplo, depende totalmente de su madre, pero a diferencia de un bebé humano, tiene la fuerza para aferrarse a su pelaje mientras su madre se desplaza por el dosel del árbol a alturas de hasta treinta metros.
“Hay muchas tecnologías establecidas y emergentes que se están implementando en el estudio de los bebés animales, dentro y fuera del útero”, dice Weston.
«Lo que he aprendido a lo largo de esta serie es que, gracias a la curiosidad, la inventiva y la dedicación de los científicos podemos aprender lo maravillosos que son estos animales y comprender lo importancia de protegerlos».
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