En noviembre de 2021, un análisis de cientos de venados cola blanca en Iowa, al norte de los Estados Unidos, reveló la capacidad infectiva del SARS-CoV-2 en esta especie. Como más del 80 % de los mamíferos estudiados resultaron positivos y los linajes del virus coincidían con aquellos que estaban circulando en todo el mundo, la principal hipótesis de los autores sugirió que los venados estaban siendo contagiados por humanos y transmitiendo el virus con facilidad entre su propia especie.
Tres meses después, un grupo de venados cola blanca que habitan en Staten Island, al sur del estado de Nueva York, reveló que se trata del primer animal salvaje con una infección provocada por la variante Ómicron en todo el mundo.
Después de tomar muestras de 131 venados cola blanca de la región entre diciembre de 2021 y enero 2022, un equipo de la Universidad Estatal de Pensilvania constató que el 15 % de los individuos examinados resultó positivo a COVID-19, de los cuales cuatro habían sido Ómicron.
Aún no se sabe si nuestra especie transmitió el virus directamente a los venados (a partir de contacto cercano) o bien, si los contagios ocurren indirectamente, a través de restos de basura contaminados con el virus o aguas residuales. No obstante, el hallazgo ocurrido en Nueva York justo cuando la variante Ómicron alcanzaba cifras récord de contagio en el estado, demuestra el potencial de los venados para mantener circulando el virus.
Y aunque hasta ahora no existe evidencia alguna de que los venados cola blanca sean capaces de transmitir COVID-19 a los humanos, los científicos comparten una preocupación creciente porque la especie (cuya población se calcula en 30 millones sólo en Estados Unidos) se convierta en un reservorio del virus, de modo que aumenten las probabilidades de que siga mutando y propagándose en ésta y otras especies animales con las que los venados tienen contacto.
Uno de los individuos analizados no sólo resultó positivo a COVID-19, sino que ya presentaba altos niveles de anticuerpos, una señal de que tal y como ocurre en humanos, la variante Ómicron también es capaz de evadir el sistema inmune y provocar reinfecciones en los venados cola blanca.
Aún hacen falta más pruebas para conocer a fondo tanto el mecanismo de transmisión de humanos a venados, como el comportamiento del virus entre las poblaciones de esta especie; sin embargo, si los venados cola blanca se confirman como un reservorio del SARS-CoV-2 añadirían un riesgo más a la pandemia: la posibilidad de que el virus ‘salte’ a especies amenazadas y de que tras circular en los venados y otros animales, otra variante de preocupación pueda reintroducirse a nuestra especie.
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