Descubren un sexto sentido en este animal

No, no es mentira. Este animal tiene un sexto sentido que permite percibir algo que para muchos pasa inadvertido.

Así como imaginar un color que no existe es una tarea casi imposible, pensar en un sexto sentido es algo similar. Pero el mundo animal tiene mucho por enseñarnos, y la prueba de ello es que esa dimensión de la percepción es real, al menos en una especie.

La criatura en cuestión es un gecko, en específico, un gecko tokay (Gekko gecko). Esta ha sido ya relevante en estudios anteriores, por su oído especializado para detectar sonidos de muy baja frecuencia. No obstante, lo de ahora es otro nivel.

Un grupo de investigadores que estudiaba al animal encontró que este, además, está en posibilidades de percibir vibraciones de frecuencias mucho más bajas, en el rango de 50 a 200 hercios. Lo interesante es que esto no tiene que ver con el oído, sino con una estructura diferente.

“El oído, tal como lo conocemos, oye el sonido aéreo”, explica, a ScienceAlert, Catherine Carr, bióloga y coautora del nuevo estudio que se reporta en un artículo de Cell Reports. “Pero esta antigua vía interna, que suele estar relacionada con el equilibrio, ayuda a estos animales a detectar vibraciones que viajan a través de medios como el suelo o el agua”.

Percibir lo que muchos no pueden

Los científicos descubrieron esto cuando investigaron de cerca los cerebros de los gecos tokay y vieron que el sáculo tiene una conexión directa con un grupo de neuronas, llamado vestibularis ovalis, en el rombencéfalo.

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De acuerdo con lo informado, estas neuronas no están relacionadas con ninguna parte del oído interno, por lo que la información pasa entonces al mesencéfalo auditivo, donde el animal percibiría las vibraciones simultáneamente con el sonido.

Tras varias comprobaciones, el equipo vio que, en efecto, este sexto sentido funcionaria de la forma en que lo plantearon hipotéticamente. Con esto, el geco tokay se convierte en el primer amniotas, conocido, que utiliza el sáculo para este fin.

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Todo esto, según los científicos, podría cambiar lo que se ha pensado hasta ahora sobre la percepción animal. En vista de ello, se amplía la línea de investigación, que bien podría nutrirse en el futuro cercano.