Dejando estragos que se elevan por encima del millón de dólares, los elefantes viajeros de China finalmente llegaron a una reserva natural.
El Estado chino no tuvo de otra: la fuerza mediática que cobró la travesía les obligó a mandar a 374 vehículos y 14 drones voladores para vigilarlos de cerca. La familia de elefantes viajeros se volvió una sensación en redes sociales, después de una ruta de más de 500 kilómetros a través del país. A su paso, se evitó que destruyeran las cosechas de los pueblos en los que hacían paradas estratégicas. El fin de semana pasado, después de casi año y medio de camino, finalmente llegaron a su parada final.
Descanso definitivo
La manada de elefantes viajeros consta hoy en día de 15 integrantes. Algunos de los miembros del grupo original se desviaron. Otras, dieron a luz en pleno viaje, lo que obligó a los demás a esperarles mientras se recuperaban del parto. Después de 17 meses, sin embargo, llegaron a la provincia de Pu’er en China, donde aparentemente han encontrado un lugar de descanso definitivo.
La aldea que les recibió se llama Ning’er Hani, en el condado autónomo de Yi. La familia llegó el 7 de agosto de 2021, después de varios días de ingresar a la provincia suroeste de Yunnan. Sin importar la inclinación de las montañas o el espesor de los bosques, los elefantes viajeros lograron finalmente establecerse ahí. Parece que llegaron a casa.
Según la cobertura de The Guardian, la manada se guió a lo largo del río Yuanjiang desde el domingo por la noche. De esta manera, se abrieron camino para regresar a la reserva natural en la prefectura de Xishuangbanna Dai, donde no representan un peligro para los locales, la infraestructura pública, ni para sí mismos.
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Daños millonarios
En total, se tiene registro de que los elefantes viajeros causaron estragos tasados en 1.07 millones de dólares. A pesar de que fueron una sensación en redes sociales, los granjeros locales y los poblados pequeños no los vieron con buenos ojos. Para evitar más daños, se les condujo fuera del alcance de las cosechas y de los caminos públicos, de manera que no pudieran afectarlos más.
Por esta razón, el hecho de que los elefantes hayan finalmente alcanzado su destino final en una reserva ecológica le dio un respiro a la ciudadanía china que vive en las zonas rurales. Mientras algunos tomaban la siesta, otros más se aprovechaban de los frutos de cosechas enteras, que dejaron a los locales sin productos con los cuales sostenerse.
Aunque el viaje llegó a su fin, los grupos ambientalistas y de conservación en China no tienen claro todavía porqué decidieron mudarse. Algunos expertos aseguran que tiene que ver con la urbanización excesiva, que ha invadido y destruido su hábitat natural. Sin embargo, otros científicos detractores de la teoría sugieren que no sería razón suficiente para describir una ruta migratoria tan extensa.
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