Oceanía es uno de los continentes más variados en cuanto a fauna. Sus sabanas sureñas esconden miles de especies fantásticas, entre ellas al Egotelo de Nueva Caledonia.
Como una sombra de la noche que se coló en la sabana, el Egotelo de Nueva Caledonia ronda la lejana isla de Melanesia. Hasta ahora, es un misterio para los científicos porque es endémica de esta región en Oceanía y aunque sabemos que existe, no conocemos mucho más de esta especie.
La crepuscular ave
Hermanada con la noche, esta extraña ave se ganó el nombre de ‘fantasma’ pues las veces que los ornitólogos han logrado observarla son mínimas. Su plumaje es entre café, gris y negro, lo que les permite perfectamente esconderse durante la noche y hacerse pasar por una sombra durante el día. Sus horarios son liminales, el momento en el que más activas están estas aves son al entrar la noche y al salir el sol.
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Su nombre científico es Aegotheles savesi y fue descubierta en 1880 cerca de la capital de Nueva Caledonia. Desde entonces, los individuos de la especie que conocemos son contados. La única pista sobre cómo podría lucir esta enigmática ave quedó inmortalizada en la ilustración que realizó Joseph Smit en 1881.
El fantasma desaparece
De 28 centímetros en promedio, esta ave entró a la lista de protección de especies de la IUCN en la categoría de peligro crítico, pues hasta ahora sólo sabemos de dos especímenes, por lo que el número total de individuos es un misterio. Pese a su baja densidad poblacional, que se estima en no más de 50 egotelos, aún no existe un programa de repoblamiento o de conservación.
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