Entre las nuevas especies en peligro de extinción figuran el dragón de Komodo, 7 atunes diferentes y diversas especies de tiburones.
La creciente emergencia climática global está cobrando facturas a víctimas colaterales. En las Islas Menores de Sonda, en Indonesia, algunas especies ya están sufriendo las consecuencias en términos de acceso a los recursos y disponibilidad de un hábitat sano para vivir. Recientemente, como consecuencia de este cambio en el ecosistema, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), reclasificó al dragón de Komodo como ‘en peligro de extinción’ en su Lista Roja. Esta es la razón.
Nuevas víctimas de la crisis climática
El dragón de Komodo es el reptil vivo más grande del que se tiene registro en el mundo. Además de ser una especie endémica en Indonesia, el gobierno construyó un parque nacional que fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
A pesar de los cuidados que se ha tenido al área natural protegida, las alzas en la temperatura global y en las mareas está amenazado a los animales en la isla.
En total, no hay más de 1400 individuos en ocho poblaciones diferentes. La más nutrida de ellas se limita a solamente 500 ejemplares. La UICN atribuye a esto a que el avance del mar ocupará un 30 % del hábitat de la especie en los próximos 45 años. Fuera del área natural protegida, sin embargo, los reptiles están amenazados por la actividad humana irresponsable.
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A pesar de acarrear genéticamente una herencia prehistórica milenaria, la especie padece las consecuencias de la expansión agrícola que, aunado a las alzas en el mar, les privan de sus espacios naturales. De la misma manera, la lista incluyó siete especies diferentes de atún, así como algunos tiburones y rayas. Todas estas especies comparten un mismo obstáculo de supervivencia: la crisis climática antropogénica y la actividad industrial irresponsable.
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