Una serie de 13 genes diferentes les ha permitido a los murciélagos vampiro sobrevivir sólo de sangre durante millones de años.
A diferencia de lo que se piensa comúnmente, los murciélagos vampiros no son bestias gigantescas en busca de sangre humana. Por el contrario, la mayoría de ellos miden hasta 9 centímetros de largo, a lo mucho. Entre las selvas latinoamericanas, se alimentan de la corriente sanguínea de mamíferos mucho más grandes que ellos —pero no se encargan de chuparles toda la sangre.
La carrera evolutiva para sobrevivir sólo de sangre no ha sido fácil, aseguran científicos de Senckenberg Society for Nature Research, en Frankfurt. En un estudio publicado recientemente en Science Advances, los genetistas alemanes aseguran que la clave está en 13 genes diferentes, que le permiten a los murciélagos vampiro sobrevivir sólo de este alimento. Con el paso de la historia natural, este rastro genético se perdió por completo.
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Un instructivo genético para comer sangre
Para la investigación, se comparó la genética de 27 especies diferentes de murciélagos vampiro. Evolutivamente, estos animales han adaptado su sistema digestivo para procesar la sangre de otras especies. Y lo que es más: son los únicos mamíferos que pueden sobrevivir sólo de comer estos fluidos en el mundo.
Los genetistas de Frankfurt llegaron a la conclusión de que, evolutivamente, los murciélagos vampiro crearon un ‘libro de instrucciones’ para que sus genes se adaptaran a comer sangre. A partir de esto, su organismo entero se alineó a este propósito:
«Encontramos pérdidas de genes previamente desconocidas que se relacionan con la secreción reducida de insulina, reservas limitadas de glucógeno y una fisiología gástrica única», escriben los autores en el estudio.
Algunos fragmentos de este instructivo evolutivo sencillamente se perdieron con el paso de los años. Sin embargo, en estas partes faltantes podría estar la clave para que estos animales adquirieran la capacidad única de sobrevivir sólo con comer sangre. Sin embargo, los científicos aseguran que los genes de los murciélagos vampiro se han adaptado a tener «un sentido del gusto disminuido, mucho mejor para beber sangre», explican a Science News.
Visto de esta manera, los genes de los murciélagos vampiro evolucionaron para que el trago de sangre no sea tan amargo. Por otra parte, su metabolismo está diseñado naturalmente para aprovechar la sangre de otros seres vivos y convertirla en azúcar. Eventualmente, esta sustancia se convierte en la energía vital que les permite emprender el vuelo.
Hasta ahora, no se sabe con certeza si fue la dieta quien modificó el curso genético de los murciélagos vampiro, o si ellos se adaptaron a comer sangre. Sin embargo, los científicos de Frankfurt aseguran que los impactos se aprecian, incluso, a nivel cognitivo en las especies contemporáneas.
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