Una subpoblación aislada de osos polares en Groenlandia no depende del hielo antártico para cazar, comer y reproducirse. Esto implica para la especie.
En agosto de 2021, un evento de superdeshielo azotó los glaciares de Groenlandia. Nunca antes en la historia se había registrado un retroceso similar en las capas de hielo de la isla, antes recubierta casi totalmente por nieve. En gran medida, la catástrofe fue consecuencia de la ola de calor extremo que generó la crisis climática.
Históricamente, los osos polares han sido el referente de cómo el cambio climático afecta para siempre la vida de los animales. Como la especie depende del hielo en los polos para sobrevivir, conforme los bloques de hielo desaparezcan, la especie también se extinguirá.
Durante décadas, se asumió que los osos polares dependían enteramente de este ecosistema para sobrevivir. Sin embargo, un equipo de científicos encontró una subpoblación que puede cazar, comer y reproducirse más allá de las capas de hielo. Esto implica para sus pares en las latitudes extremas del planeta.
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Más allá de los casquetes polares
Cuando se habla de una subpolbación, o ‘población aislada’, se refiere a un grupo específico de ciertos animales. Distribuidos en todo el Ártico, se tiene , por lo que dependen de este ecosistema para subsistir.
En gran medida, estos depredadores se alimentan mayormente de focas y otros animales más pequeños, como peces. En total, deben de comer hasta 30 kilos de carne al día, para poder aguantar las condiciones de frío extremo que caracterizan al Ártico. Hasta ahora, no se tenía evidencia de que la especie pudiera adaptarse a otros entornos naturales pro esta razón.
Sin embargo, parece ser que una subpoblación de osos polares ubicada en Groenlandia podría se la excepción que confirma la regla:
«[…] una población aislada de osos polares del sureste de Groenlandia que depende mucho menos del hielo marino, en cambio existe en el extremo terminal de un glaciar y depende de los recursos de esta mezcla de agua dulce y glaciar,» escriben los autores en el estudio.
El hallazgo de esta subpoblación aislada sugiere, según los investigadores a cargo del estudio, que la especie es capaz de adaptarse a refugios biológicos. Esta condición, de alguna manera, representa una alternativa para la conservación de la especie, más allá de los cascos polares cada vez más reducidos.
¿Un haz de luz para la especie?
El grupo que se encontró al sureste de Groenlandia es «genéticamente distinto y funcionalmente aislado», por lo que podría ser una clave para la subsistencia de los osos del norte. Más que nada, explican los especialistas, porque «tienen una plataforma de caza durante todo el año en forma de mezcla glacial de agua dulce«.
Por ello, esta subpoblación de osos polares cumple con los criterios para convertirse en la vigésima del mundo, «necesaria para preservar la diversidad genética y el potencial evolutivo de la especie«. Esto no quiere decir, sin embargo, que logren adaptarse a los cambios vertiginosos a los que se enfrentará el ambiente al término de este siglo.
Al respecto, el científico líder de la organización de conservación Polar Bears International, Steven Amstrup, asegura que «las poblaciones aisladas, de un contexto evolutivo, suelen ser más vulnerables”.
Por ello, los osos polares siguen siendo víctimas directas de la crisis climática. Aunque Groenlandia pueda funcionar como un refugio, parece ser que sólo será de manera temporal.
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