115 años después de su desaparición, una hembra de tortuga gigante de Fernandina revive la esperanza para su especie.
Tras dos años de investigación de un equipo de la Dirección del Parque Nacional Galápagos del Ministerio del Ambiente y Agua, se determinó que una especie que se creía extinguida de tortuga gigante podría recuperar las esperanzas. El hallazgo de un espécimen hembra en 2019 en la Isla Fernandina de Ecuador podría abrir un horizonte nuevo para la sus pares, al ser compatible con las muestras de ADN de un ejemplar de 1906.
Un nuevo panorama para la tortuga gigante ecuatoriana
El proceso de análisis fue liderado por genetistas de la Universidad de Yale, directamente en el centro reproductivo de las Islas Galápagos, en Ecuador. Fue ahí mismo donde Charles Darwin, con poco más de 20 años, empezó a establecer las bases teóricas de su obra más célebre: El origen de las especies, en el siglo XIX.
A más de 160 años de su publicación, en medio de la pandemia por COVID-19, una hembra adulta de la isla Fernandina resultó pertenecer «a la especie Chelonoidis phantasticus, considerada extinta hace más de un siglo«, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Ambiente y Agua del país. A pesar de que las actividades científicas se detuvieron casi por completo en el país, la investigación con respecto al espécimen de tortuga gigante continuó en 2021.
El Ministro del Ambiente y Agua, Gustavo Manrique, reafirma que “la esperanza sigue intacta y Ecuador, una vez más, ratifica la razón por la que es uno de los países más megadiversos del mundo”. Según los científicos que estuvieron involucrados en el estudio, el descubrimiento abre un nuevo panorama en la recuperación de estos reptiles en el país.
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El primer ejemplar después de 115 años
La última vez que se avistó un ejemplar de tortuga gigante en Ecuador fue en 1906. Se trató de un macho recolectado durante una expedición específica de la Academia de Ciencias de California. Desde entonces, se mantuvo bajo observación en cautiverio. Sin embargo, durante más de un siglo no se encontró un espécimen similar —mucho menos una hembra.
Ahora, con el reciente hallazgo de este ejemplar, la Restauración de las Tortugas Gigantes (GTRI por sus siglas en inglés) está planeando una expedición única en su tipo para encontrar más miembros de la especie en la Isla Fernandina. La premisa es sencilla: si se logró encontrar una en 2019, es muy probable que haya más en ese lugar, sin haber sido observadas por la ciencia todavía.
“Uno de los mayores misterios de Galápagos ha sido la tortuga gigante de la isla Fernandina. El redescubrimiento de esta especie perdida puede haber ocurrido justo a tiempo para salvarla. Ahora necesitamos con urgencia completar la búsqueda para encontrar otras tortugas”, dijo el Dr. James Gibbs, vicepresidente de Ciencia y Conservación de Galapagos Conservancy. Con los resultados positivos de las pruebas genéticas, los estudios posteriores prometen un nuevo panorama para la especie en América Latina.
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