En un laboratorio de Estados Unidos, científicos vieron cómo dos animales se fusionaron para compartir sistemas, a fin de seguir viviendo.
El evento que te contamos a continuación está dando la vuelta al mundo de la ciencia. Consta de lo recientemente ocurrido en el Laboratorio de Biología Marina de Massachusetts (Estados Unidos), lugar en el que dos ctenóforos, animales marinos de aspecto similar al de las medusas, se fusionaron para sobrevivir luego de recibir daños durante su captura.
Animales que se fusionaron logran esquivar la muerte
Los investigadores vieron que algo extraño sucedía cuando pusieron atención a un ctenóforo que tenía dos órganos apicales, en vez de uno, como debería de ser. Tras el análisis que se hizo para descubrir qué ocurría, concluyeron que en realidad estaban observando dos ctenóforos, pero que se habían fusionado con algún fin.
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Resulta que ambos especímenes recibieron daños mientras se les capturaba. Eso habría llevado a los animales a fusionarse durante la noche para convertirse en una misma criatura. Los investigadores supieron esto después de algunas pruebas, siendo una de ellas pinchar al animal y ver el resultado. Con esto, notaron que los sistemas nerviosos se habían unido, pues los dos cuerpos reaccionaron.
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“Lo que hace notable nuestro descubrimiento es que el proceso de fusión se completa en solo unas dos horas, con una tasa de éxito del 90 %. Además, una vez fusionados, las contracciones musculares se sincronizan, e incluso los tractos digestivos se fusionan, lo que resulta bastante sorprendente”, dice, a SINC, Kei Jokura, investigador de la Universidad de Exeter (Reino Unido), y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales en Okazaki (Japón).
Más que una curiosidad
Los autores de esta investigación, que ahora se reporta en un artículo de la revista Current Biology, señalan que es poco probable que la fusión de estos animales ocurra con frecuencia en la naturaleza, ya que los adultos de la especie no suelen estar juntos. De cualquier manera, el hallazgo refuerza la idea de que estos seres distinguen entre lo propio y lo ajeno. Y, por si fuera poco, los investigadores creen que de esto podrían derivar importantes técnicas de trasplante en humanos.
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