Un estudio reciente señala a una región del continente asiático como probable núcleo del origen de los perros
El origen exacto de los perros es aún una incógnita. Para resolver este misterio, investigadores se han dado a la tarea de buscar pistas que puedan esclarecer el asunto. Sin embargo, estas han dado con resultados poco concluyentes que, al parecer, abren más preguntas de las que contestan. A pesar de esto, hoy se puede decir que los perros, debido a sus características fisiológicas, provienen de los lobos. No sólo eso: su convivencia con los humanos comenzó, aproximadamente, hace 15 mil años.
El estudio, recientemente publicado en Nature, tuvo por objetivo continuar explorando el pasado del lobo gris. De esta manera, podrían ubicar la región aproximada en la que el origen de los perros tuvo lugar. A partir de eso se esperaba también tener un referente más amplio sobre la historia de la domesticación de este animal. La publicación de este proyecto cuenta con 81 autores, entre los que destacan los especialistas en genética, arqueología y antropología.
Lo que se sabe sobre la domesticación del perro
Conforme a investigaciones previas, se puede decir que el camino del humano, hacia un contacto diferente con el lobo, empezó hace 15 mil años, aunque hay estimaciones de que esto pudo haber sucedido mucho tiempo atrás. La teoría más aceptada sobre la domesticación del perro indica que los lobos empezaron a acercarse a los asentamientos humanos para obtener restos de comida.
Con el tiempo, estos depredadores transmitieron genes de comportamientos y rasgos más dóciles. Ante este cambio, los humanos encontraron en ellos buenos aliados para la caza y la vigilancia de los campamentos.
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Asia central: probable núcleo del origen de los perros
El estudio en caso fue hecho a partir de 72 genomas de lobos antiguos que, en conjunto, abarcan los últimos 100 mil años de esta especie. Esto se pudo lograr gracias a los huesos y ejemplares que donaron arqueólogos de 18 instituciones en 16 países. Para llegar a las conclusiones los científicos tuvieron que comparar el genoma de los lobos estudiados con el de perros modernos y antiguos.
“El objetivo era construir un gran mapa de la ascendencia del lobo, la genética del lobo, en torno a la época de la domesticación. Luego tomamos la pieza del rompecabezas del perro y la colocamos en el gran rompecabezas y vemos dónde encaja”, dijo Skoglund, autor principal de la investigación, para The New York Times.
Los resultados de esta investigación arrojaron datos de interés que ayudarán a orientar próximos trabajos sobre esta línea. Uno, que era clave en este proyecto, fue el reducir el espacio geográfico del probable origen del perro. De acuerdo con esto, los perros actuales vienen de dos poblaciones principalmente: una en Europa y la otra en Asia central. Lo relevante de este descubrimiento fue notar que los perros que se conocen hoy vienen, principalmente, del segundo grupo.
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La domesticación, un evento de doble origen
Lo último hace sospechar que la domesticación del perro se pudo originar en dos lugares del mundo, lo cual desecharía la teoría de que esta ocurrió sólo en una población y después se extendió hacia otras áreas. Esto no es del todo nuevo: Larson, un científico que ha estudiado anteriormente este tema, había mencionado que la domesticación pudo tener un origen doble.
Por otra parte, hasta antes de esta investigación se creía que había una especie intermedia entre el perro y el lobo, ya que la ascendencia del primero no coincidía del todo con la del segundo. Ahora, gracias a los resultados, se puede decir que esto no es necesariamente cierto, dado que la homogeneización de la ascendencia del lobo podría ocultar relaciones anteriores con los perros.
Hallazgos importantes para el conocimiento de los lobos
Parte de lo hallazgos ayudaron a tener un mejor conocimiento sobre los lobos. Los investigadores pudieron ver que, sin importar de donde provinieran, estos mamíferos eran muy similares genéticamente entre ellos. Esto, en sí, permite lograr una idea más amplia de hasta qué punto los lobos se desplazaron y mezclaron.
Lo anterior pudo haber estado muy relacionado con el hecho de que los lobos lograran sobrevivir a la última glaciación. Los autores consideran que, en efecto, esta población global y en constante movimiento tuvo mejores recursos, gracias a las conductas comprobadas, para sobrevivir a ese periodo.
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