Baños de sol, juegos en la tierra y pruebas veterinarias están en la rutina de las dos nuevas crías de tapir nacidas en Nicaragua.
Eduardo Sacasa, director del centro, sonríe al cargar a dos crías recién nacidas de tapir para los medios internacionales. Diversas agencias de noticias cubrieron el evento: el Zoológico Nacional de Nicaragua lo había logrado una vez más. De entre 22 ejemplares que permanecen en cautiverio, dos adultos pudieron concebir —y dar a luz— a dos bebés sanos.
Las dos crías nacieron en la madrugada del 1º de mayo de 2021. Según reportaron las autoridades del zoológico, es un macho, llamado Milagro, y una hembra, a quien nombraron Valentina. “Esto es un reconocimiento para nuestro país de ese esfuerzo que se hace con una especie que está sumamente en peligro de extinción”, indicó Sacasa.
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A dos días de haber nacido, Valentina se encuentra sana y fuerte en el centro especializado del Zoológico Nacional de Nicaragua. Se ha visto particularmente adepta a su madre quien, desde que tenía su edad, ha crecido en Masaya, ciudad en la que se encuentra el cautiverio. Con ella, jaguares, osos hormigueros, monos aulladores y diversos tipos de arañas conviven al estar amenazados.
De acuerdo con Sacasa, la mayor parte de las especies que habitan en el zoológico están en peligro de extinción a causa de la degradación de sus hábitats naturales. La pérdida de la selva Amazónica y de los bosques húmedos de América Central en favor de la industria están entre los obstáculos más duros a los que se enfrentan.
Con apenas dos días de nacidos, Valentina y su hermano juegan todos los días con su madre. Además de salir a caminar juntos, disfrutan de darse baños de sol después de que los médicos veterinarios realizan las pruebas rutinarias correspondientes. Según Sacasa, ellos pertenecen a las 28 especies de mamíferos de Nicaragua.
Un tapir centroamericano promedio puede llegar a pesar hasta 300 kilos. Son animales parecidos a los jabalíes —pero sin cuernos— que tienen pezuñas poderosas y hocicos largos para alcanzar algunos frutos y hojas específicas. Excelentes nadadores y buzos, son capaces de cruzar ríos acaudalados y llegar hasta el fondo sin demasiado esfuerzo.
Como cualquier cría saludable, los dos nuevos bebés de tapir lograron caminar independientemente de su madre a los 10 minutos de nacidos. Actualmente pesan alrededor de 10 kilos, y se mueven con naturalidad. Hasta el momento, no reportan complicaciones específicas.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales protegidas de México, el periodo de embarazo de un tapir promedio es extenso. «En hembras cautivas se ha observado que el período de gestación dura entre 390 y 400 días«, según un comunicado de la institución..
En libertad, los tapires juegan un papel fundamental como dispersores de semillas en el bosque. Antiguamente, se expandían desde México hasta Colombia. Hoy, es una buena noticia que el acervo de ejemplares del Zoológico Nacional de Nicaragua se haya expandido. Valentina y su hermano Milagro permanecerán bajo observación y cuidado cercano, como los demás miembros de la comunidad.
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