Harambe fue un gorila adulto que vivió largos años en el Zoológico de Cincinnati. Un accidente con un menor de edad desencadenó que los responsables del lugar le dispararan en la cabeza.
Harambe, un gorila occidental de 17 años, murió tras recibir un disparo el 28 de mayo de 2016 en el Zoológico de Cincinnati, Ohio. La tragedia ocurrió cuando un niño de tres años se introdujo en el recinto de los gorilas. Inmediatamente, el animal se acercó al pequeño, lo que generó una situación de alto riesgo. A ocho años de la muerte de Harambe, su caso sigue siendo una insignia sobre la discusión de la protección de las especies en cautiverio y las medidas de seguridad en los zoológicos.
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A ocho años del disparo que mató a Harambe
Al percibir la presencia del niño, Harambe lo tomó y lo arrastró por el agua. El personal del zoológico, ante la posibilidad de que el gorila pudiera causar daño al menor, tomó la decisión de disparar y matar al gorila para poner a salvo al menor. Aunque algunos observadores percibieron que el primate estaba protegiendo al niño, otros consideraron su comportamiento impredecible y peligroso.
Este incidente provocó una ola de cuestionamientos y controversias. Por un lado, algunos argumentaron que la decisión de matar al gorila de 200 kilos era necesaria para garantizar la seguridad del niño. Sin embargo, otros criticaron al zoológico, sugiriendo que podrían haber utilizado métodos no letales para controlar la situación. Asimismo, se discutió sobre la responsabilidad de los padres del niño y la vigilancia en el zoológico.
«Los tranquilizantes no toman efecto hasta varios minutos después y el niño estaba en peligro inmediato. Además de eso, el impacto del dardo podría haber agitado al animal y causar que la situación empeorara», explicó en ese entonces Thane Maynard, director del Zoológico y Jardín Botánico de Cincinnati.
Este caso llevó a un escrutinio más amplio sobre la seguridad en los zoológicos. Se plantearon serias dudas sobre cómo un niño tan pequeño pudo acceder al recinto de un animal peligroso. Tiempo después, inspectores federales dictaminaron que las barreras fuera de exhibición del zoológico no cumplían con los estándares de seguridad en ese momento.
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¿Cuál fue el desenlace de esta historia?
Los encargados del lugar rescataron al niño de tres años después de la muerte de Harambe. Algunos culparon a la madre por no vigilar bien a su hijo. Sin embargo, la mujer no se enfrentó a cargos criminales porque los fiscales concluyeron que el pequeño «simplemente se escapó». «Estamos desconsolados por haber perdido a Harambe, pero la vida del niño estaba en peligro y se debía tomar una decisión rápidamente«, fue el posicionamiento del zoológico.
Un año después de la muerte del gorila, el zoológico agregó otro en su lugar llamado Mshindi. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) ha incluido esta especie en la Lista Roja de Especies Amenazadas. Según el zoológico de Cincinnati, el gorila occidental de tierras bajas está en peligro porque hasta 2016 había menos de 170,000 en el mundo.
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