Las hormigas marabunta pueden formar columnas de hasta 20 metros de ancho y 200 de largo que avanzan en grupo buscando alimento.
Marabunta se refiere a un grupo numeroso de hormigas, pero, en específico, alude a un tipo de hormiga también conocida como siafu (su nombre en swahili), hormigas guerreras u hormigas legionarias. Son las hormigas marabunta, las cuales sorprenden por su organización, comportamiento y manera de atacar a sus presas.
Estos insectos se reúnen en colonias de hasta 20 millones de individuos que se pueden distinguir porque avanzan en masa. De esa manera buscan alimento y arrasan con todo lo que encuentran a su paso, incluyendo animales pequeños.
Las hormigas marabunta pueden formar columnas de hasta 20 metros de ancho y 200 de largo para adentrarse en una nueva zona en busca de sus presas. Son nómadas, es decir, no se establecen en hormigueros, sino que avanzan de manera permanente en grupo para atacar de esa manera cuando se les acaba el alimento.
Pero no debemos caer en exageraciones cuando decimos que arrasan con todo lo que hay a su paso. En realidad estas hormigas marabunta solo son capaces de atacar a insectos, arañas y otros artrópodos. Y aunque pueden matar a pequeños animales con huesos en la espalda, sus mandíbulas no pueden cortar la piel ni desollar la carne.
Sin peligro para los humanos
En ese sentido, los humanos no corren peligro de sufrir un ataque de una marabunta, aunque ello no impide que usen a las hormigas legionarias con motivos medicinales. Nativos de África las utilizan como suturar heridas, pues su mordedura es en extremo fuerte. Esto lo hacen acercando a la hormiga a los bordes de la herida y dejando que la muerda. Después arrancan el cuerpo y dejan sólo la cabeza.
La letal organización de las hormigas marabunta
La vida de las hormigas soldado se basa en una serie de olores y vibraciones que les permite avanzar siguiendo el rastro de feromonas que depositan en el suelo. Por medio de señales de comunicación muy simples, organizan vastos grupos de manera perfecta.
No cabe duda de que estas especies son letales. Basta echar un vistazo a sus mandíbulas: no son para masticar precisamente, sino para combatir y desmembrar a las presas y facilitar su transporte de vuelta al nido.
Resulta inquietante saber que cuando estas hormigas atacan a su presa segregan una enzima que rompe el tejido para facilitar el despiece, y todo esto ocurre mientras la presa sigue viva.
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El curioso caso de la especie Eciton burchellii
La especie de hormiga militar Eciton burchellii posee algunas estrategias inusuales para aprovechar al máximo sus recursos alimenticios. Eciton burchellii tiene cuatro castas, mientras que la mayoría de las especies de hormigas militares sólo tienen tres.
Una casta de soldados se encarga de tareas de protección, mientras que dos castas de obreras más pequeñas se especializan en el cuidado del nido y en abastecer de presas típicas de las hormigas militares (otras especies de hormigas, avispas y abejas).
La cuarta casta, conocida como «submajores», es exclusiva de Eciton burchelllii y otra especie de hormiga militar. Estas hormigas supertrabajadoras tienen patas extralargas y enormes mandíbulas diseñadas para capturar, cortar y transportar arañas y otros insectos demasiado grandes para que las demás especies de hormigas militares puedan manejarlos.
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