La nobleza del guará deslumbró a Darwin, quien pronosticó su extinción que se hizo realidad en 1876, cuando un exterminio masivo fue perpetuado por los colonizadores.
“Dentro de algunos años, cuando estas islas estén habitadas, sin duda a ese zorro se le podrá clasificar, como al dodo, entre los animales desaparecidos de la superficie de la Tierra”, escribió Charles Darwin con respecto a la mansedumbre de una de las especies que se encontró en Las Malvinas. Robusto, fuerte y ágil, el guará de las islas se destacaba, antes que nada, por su docilidad.
Guará: un zorro demasiado noble
Antes de la llegada de los colonizadores ingleses a Las Malvinas, el territorio estaba completamente despoblado. Por esta razón, la biodiversidad había podido florecer sin mayores inconvenientes. En ese entonces, ni siquiera los pobladores originarios de la Argentina precolonial representaban una amenaza para la vida salvaje.
De acuerdo con los registros que quedaron del guará en el siglo XIX, éste pertenecía a una especie de zorro de pelaje rojizo. Estos zorros sobrevivieron las glaciaciones del Pleistoceno, 10 mil años antes, y se alimentaban de los huevos de pingüinos locales, focas y leones marinos en las costas, según la investigación de Francisco Prevosti, director del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de La Rioja (CRILAR).
A la llegada de los ingleses, se le catalogó como Dusicyon australis: el único mamífero terrestre de Las Malvinas. No pasó poco tiempo antes de que la predicción de Darwin se cumpliera: acostumbrado por siglos a abastecerse de alimento por su cuenta, sin la presión de armas de fuego, se acercó demasiado a los seres humanos. En 1876, un exterminio masivo de guará fue perpetuado por parte de los colonizadores. Los pocos que quedaron en cautiverio murieron en el Zoológico de Londres antes de la llegada del siglo XX.
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Llevado a la extinción a tiros
Tiesos, plastificados, con la mirada perdida. Así son los únicos guará que quedan en Argentina, catalogados bajo el acervo del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET). A pesar de haber tenido una historia natural de 16 mil años, todos fueron cazados por los ingleses hasta extinguirse. Todo apunta a que, al llegar a la zona más austral de América, no sólo exterminaron a los pobladores originarios.
Con la encomienda de registrar, andar y dominar todo lo que encontraran a su paso, los colonizadores exterminaron todo aquello que les resultara un obstáculo. Fue así como el guará —y posiblemente otros animales locales— fue llevado a la extinción a tiros. «La historia de la extinción [del guará] nos enseña cuán poderosos somos como especie en cuanto a desplazar y eliminar aquellas que compiten con nosotros» Prevosti se lamenta en un comunicado.
Los naturalistas y exploradores venidos de Europa pudieron catalogar a la especie, en conjunto con las otras que existían previo a su llegada a Las Malvinas. Entre las pampas y estepas patagónicas, el guará y otros animales no pudieron prevenir el contacto humano. De la especie sólo quedan relatos aislados de viajeros decimonónicos, recuperados en los archiveros históricos entre el Reino Unido y Argentina.
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