No es un mito: los elefantes tienen una memoria excepcional, sin la cual probablemente no podrían sobrevivir en la sabana.
Debes haber oído alguna vez que los elefantes tienen una memoria bastante buena, pero ¿es verdad? Te sorprenderá saber que estos enormes animales sí están dotados, por evolución, con la capacidad de retener detalles que muchas otras especies no pueden. Veamos de qué se trata esto.
¿La memoria de los elefantes es tan buena como dicen?
En general los paquidermos, como los rinocerontes, los hipopótamos y los elefantes, evolucionaron para recordar detalles que son clave para su supervivencia. Un ejemplo es el de los elefantes africanos (Loxodonta africana) que logran guisarse por esta capacidad para volver sobre sus pasos a fin de encontrar pozos en la árida sabana y distinguir a los miembros de su familia.
“Ser capaz de buscar comida y agua suficientes en un entorno tan dinámico como la sabana, al tiempo que se gestionan complejas relaciones sociales y se evita el riesgo de depredación, requiere un cerebro apto para procesar y recordar información detallada”, explica, a Live Science, Graeme Shannon, profesor de zoología de la Universidad de Bangor (Reino Unido). “Se trata de una habilidad crítica que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte”.
Recordar para vivir
En efecto, los elefantes se apoyan en su buena memoria con el propósito recordar rutas migratorias que los lleven hacia los recursos que necesitan para mantenerse vivos. Y esta capacidad cobra mayor importancia durante las sequías, que son frecuentes en las sabanas africanas.
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Otra situación en la que la memoria se vuelve clave para la supervivencia es aquella relacionada íntimamente con la socialización entre distintas manadas. Es decir, los elefantes deben recordar a las familias conocidas y de sus allegados, además de ser capaces de identificar a los extraños y ser más cautelosos a la hora de interactuar con estos individuos.
Parte de la crisis que afecta a los elefantes, a razón de los cazadores furtivos, es que estos individuos suelen ir tras los ejemplares más grandes y ancianos, aquellos en los que los demás miembros de la manda depositan su confianza, por tratarse de un elemento experimentado y con una memoria más nutrida.
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Entonces sí, como puedes ver, la idea de la buena memoria de los elefantes no procede de una fábula o mito, sino que se apoya en lo que científicos han visto y estudiado sobre estos grandiosos mamíferos.
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