Las aves han seguido la misma ruta migratoria de otoño durante millones de años y el cambio climático la está modificando
Con el otoño en puerta, miles de aves emprenden la ruta migratoria hacia sus hogares de invierno. Lamentablemente, el cambio climático está afectando de manera irremediable los viajes de decenas de especies. Como si fuera poco, la fisiología de las aves también se ha visto afectada por el clima extremo al que se han enfrentado las especies durante los últimos años.
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La ruta migratoria
Para poder llevar a cabo una investigación adecuada, los científicos se encargan de identificar aves con pequeñas bandas. Estos identificadores permiten distinguir cada individuo en una parvada. Las bandas también incluyen un localizador satelital. Así, se han logrado registrar los detalles migratorios de las aves.
De acuerdo con los datos, uno de factores claves que han modificado las rutas de las aves son las condiciones ambientales. En Canadá, por ejemplo, 63 de las 96 especies de aves que migran llegan antes de la primavera y se van después en el otoño, ya que los inviernos son cada vez más cortos.
“Una de las reacciones más comunes al cambio climático es el cambio en la migración,” explica Marketa Zimova, profesora de la Universidad Estatal Appalachian. “Las flores florecen antes en la primavera o los animales migran antes a sus zonas de reproducción.”
A pesar del detallado registro, un artículo publicado en la revista Science asegura que los esfuerzos para cuidar estas aves no son suficientes. De acuerdo con dicha investigación, sólo 9% de las 1451 especies de aves migratorias están protegidas adecuadamente a lo largo de cada etapa de su ciclo anual. En Norteamérica, la población descendió un 54% entre 2007 y 2017. Gran parte de esta cifra se debe a la pérdida de hábitats.
Cambio en los cuerpos de las aves
Los hábitats no son lo único que cambia. Un estudio recientemente publicado en Journal of Animal Ecology, analiza cómo el cambio climático ha afectado los cuerpos de las aves migratorias. En la investigación liderada por Marketa Zimova, el equipo argumenta que la relación entre los cambios en la migración de las aves y sus cuerpos es indiscutible.
«Esta increíble base de datos de más de 70,000 aves migratorias fue perfecta para probar la hipótesis de que el cuerpo de los animales está cambiando en respuesta al cambio climático,» afirma Zimova
El cambio climático ha provocado que los cuerpos de las aves se vuelvan más pequeños y sus alas más largas. El grupo de investigadores propuso que las aves que presentaban un aumento más significativo en el tamaño de sus alas, eran aquellas que migraban antes durante la primavera; entre más largas las alas, más rápido y eficiente el vuelo.
Los resultados fueron completamente distintos. Se dieron cuenta que estos dos factores no están necesariamente relacionados y que «las respuestas de los animales al cambio climático son mucho más complejas de lo que solemos pensar.»
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