Xcacel-Xcacelito es un santuario de tortugas marinas al sur de Playa del Carmen, Quintana Roo. El Área Natural Protegida en donde cada año nacen unas 200,000 crías de distintas especies de tortuga marina. Esta vez ha sido hogar del nido de tortuga más grande del mundo. Por primera vez en 36 años, la tortuga laúd ha dejado sus huevos en la Península de Yucatán.
El Caribe es conocido por su cálidas aguas, las cuales atraen a miles de turistas año tras año. Ahora, fue una tortuga la que se vio atraída por la templada marea de Quintana Roo. Entre los 928 nidos de tortugas marinas encontradas en el Área Natural Protegida Xcacel-Xcacelito, los encargados del santuario han encontrado a una tortuga laúd anidando en las costas caribeñas.
Te puede interesar: La historia de Jonathan, la tortuga homosexual más antigua del mundo
El lugar no fue elegido al azar, pues estas tortugas nadan más de 15,000 kilómetros al año para anidar. De acuerdo con la Convención Internacional para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas, las hembras anidadoras prefieren playas con plataforma continental reducida (acercamiento profundo), acceso fácil y libre de rocas o corales abrasivos, así como costas de alta energía, con corrientes fuertes y oleaje alto.
México inaugura una nueva área natural protegida para los felinos amenazados del sureste
Delle, un delfín que vive solo en el Mar Báltico, parece hablar consigo mismo, probablemente para sentirse acompañado. Los delfines…
Aquí va una buena razón para visitar París este diciembre: Notre Dame volverá a abrir sus puertas después de cinco…
La misión Solar Orbiter, dirigida por la ESA, presenta nueva imágenes en alta resolución de lo que ocurre en el…
La imagen del rey Salomón apuñalando al diablo fue grabada en una rara insignia hace 1,600 años. Investigadores hallaron el…
Muchas capacidades cognitivas sufren cambios cuando los astronautas pasan tiempo en el espacio. Esto es lo que sabemos. Siendo que…
Un hallazgo enorme llega para cerrar 2024: la primera momia de un tigre dientes de sable, el mamífero que estremeció…