En el año 2000, más de 23 mil pingüinos fueron bañados a mano tras un terrible derramamiento de petróleo. Este fascinante rescate de pingüinos rompió récords mundiales.
El 23 de junio del 2000, un barco carguero naufragó entre las islas Dassen y Robben, cerca de las costa de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. El navío derramó cerca de 1,400 toneladas de petróleo en el mar, afectando al medio ambiente y obligando a realizar un asombroso rescate de pingüinos africanos.
Un peligro mortal para los pingüinos africanos
Las aguas de estas islas albergan la mayor colonia de pingüinos africanos. Esta especie, se encuentra en peligro de extinción y en aquel momento, tenía menos de 180 mil ejemplares en el mundo, cuya mayoría vivía en aquella zona. El derrame en pocos minutos ensució a miles de ellos, provocando un terrible desastre ambiental.
La consistencia del petróleo es mortal para los pingüinos, ya que interfiere con la impermeabilidad de sus plumas y los deja expuestos al frío. Pero aún más importante, también los hace incapaces de nadar, provocando que no puedan ir a cazar, ni trasladarse y, por lo tanto, tampoco alimentarse.
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Después de esta grave noticia, se estimó que si no se hacía algo, la especie podría desaparecer para el año 2010.
El asombroso rescate de pingüinos
Inmediatamente, el equipo del Centro Internacional de Rescate de Aves se trasladó para organizar el rescate de los pingüinos manchados de petróleo. Una semana después, para el 5 de julio, miles de voluntarios sudafricanos y varios expertos de todo el mundo estaban trabajando en el rescate y en la limpieza de más de 23,000 pingüinos africanos.
La labor fue sumamente intensa, cada ejemplar necesitó ser bañado a mano con solo un cepillo de dientes por hora y media. Al acabar, las aves tenían que pasar por una prueba de nado, en albercas que fueron diseñadas especialmente para esta tragedia.
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Pero eso no fue todo. ¡Incluso aproximadamente 17,000 pingüinos no ensuciados fueron reubicados! La intención era evitar que la contaminación, la cual seguía causando estragos, les afectara.
La organización actuó tan eficientemente porque, en 1994 un incidente similar ocurrió en la misma área, con el hundimiento del barco Apollo. Aquella vez, se rescataron a 10,000 pingüinos, pero lamentablemente solo la mitad sobrevivió. Sin embargo, en este rescate la tasa de supervivencia fue del 95%, o sea, casi todos sobrevivieron.
Un récord mundial
En el proceso de rescate y rehabilitación participaron miles de personas, entre ellos voluntarios y profesionales. Mientras tanto, los esfuerzos duraron 12 semanas seguidas y costaron 14 millones de dólares.
Rompió el récord como el mayor rescate de animales en la historia. Esta operación fue un rotundo éxito, ya que se considera que evitó la extinción de los pingüinos africanos.
Pero antes de liberarlos, les colocaron en la aleta un identificador para seguirlos monitoreando. Los rescatistas devolvieron el último pingüino a su hábitat natural en octubre de ese mismo año.
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Sin embargo, en la actualidad el pingüino africano sigue en peligro de extinción, con menos de sesenta mil ejemplares. La pesca y el daño al medio ambiente lo ha dejado desprotegido, y si la situación continua así, su extinción puede ser una realidad para antes del 2030.
Esta inspiradora historia demuestra que, con la voluntad adecuada, es posible salvar una hermosa especie, para que pueda sentir, una vez más, un amanecer.
Este texto fue escrito por Emilio Flores Escalona, periodista comunicólogo apasionado por la reflexión, la política y la cultura. Colabora como redactor en National Geographic en Español.
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